NFPA. 29/06/2005. Hotel Milton. Desayuno.La salida salvadora. Prevención de Siniestros.
Se realizó una conferencia sobre los criterios sobre medios de salida de la norma 101 de NFPA. Frida Stecher participó y nos da una excelente nota, como siempre.
Importante leer esta nota y la realizada por Frida en SEGURIEXPO, y ver los videos de los tres ejemplos, TORRE CENTRAL, YCUA BOLAÑOS Y CROMAGNON.
El Capítulo Argentino NFPA (National Fire Protection Association, Asociación Nacional de Protección Contra el Fuego) realizó su primer encuentro, donde se habló de una porción –muy relevante, sí– de la extensa norma NFPA 101, también denominada Código de Seguridad Humana. Como su nombre lo indica, ésta es una norma que protege a las personas y no a los bienes: establece valores para distintas cargas ocupacionales. Bajo el título “Criterios de la NFPA 101 sobre medios de salida. Parámetros dimensionales que salvan vidas”, el ingeniero Eduardo Alvarez realizó una completa y clara exposición en lo que refiere al tema. Alvarez había demostrado recientemente sus dotes de orador en el marco de Seguriexpo, con su exitosa presentación sobre las tres tragedias latinoamericanas: Ycuá Bolaños, Torre Central y Cromagnón.
En esta oportunidad, todo giró en torno a los medios de salida. Cabe aclarar que en la NFPA 101 no existe el concepto de “salida de emergencia”: los medios de salida son tales sin importar la gravedad de la situación.
La norma establece un mínimo de dos salidas, que se amplía a tres si hay entre 500 y 1.000 personas, y cuatro de 1.000 en adelante. ¿Y si hay muchos miles más? La norma establece también una distancia entre las salidas, por lo que en una extensa superficie donde se encuentren varios miles de personas, si se cumple con los requisitos de las separaciones, habrá más salidas de por sí.
El alejamiento entre salidas será equivalente a la mitad de la diagonal que atraviesa el espacio a considerar. La norma determina la distancia total del recorrido desde cualquier punto ocupable hasta la salida más cercana. Otro criterio es el de la distancia de recorrido común que comparten dos salidas independientes; si el recorrido común es muy extenso, un solo foco de incendio probablemente pueda bloquear las dos salidas. También se menciona el corredor sin salida: es la distancia que la persona debe recorrer hasta darse cuenta de que no hay salida y regresar. Por ejemplo, en industrias de alto riesgo no hay corredores sin salida. Y otra particularidad es que el 50% de los medios de salida deben dar directamente al exterior.
Para determinar el ancho de las salidas, NFPA utiliza el método de los pequeños incrementos (Jake Pauls); la fórmula de capacidad de los componentes es el ancho libre sobre el factor de capacidad. Establece un ancho de 51 centímetros por persona en salidas horizontales y 76 centímetros por persona en escaleras.
En cuanto a los cerramientos, su resistencia al fuego está determinada por la cantidad de pisos que une un mismo medio de egreso; no importa si esos pisos son subsuelos. Si se trata de cuatro o más pisos, la resistencia deberá ser de dos horas, en tanto que si son tres o menos, tendrá que ser de una hora. La resistencia al fuego de las puertas es menor, ya que “se supone que una puerta va a estar menos afectada por el fuego ya que nada se apoya en ellas”, explicó Alvarez. Aún así, las puertas con resistencia deben ser certificadas; el ingeniero advirtió que esto no es obligatorio en la legislación argentina, y que en el país sólo tres fabricantes de puertas cuentan con certificación.
Dentro del cúmulo “otros requisitos” se encuentra la señalización de los medios de egreso, de todo recorrido de salida que no resulte evidente. Esta señalización se puede efectuar con carteles con iluminación interna o externa, o fotoluminiscentes. La norma no especifica color, texto ni idioma: en los dos últimos casos, se deberán adecuar a su uso. Y el texto puede reemplazarse por un dibujo. Una jocosa observación de Alvarez al respecto fue que, si bien la máxima en las evacuaciones es caminar y no correr, el hombrecito de los carteles de salida aparece, invariablemente, corriendo.
Alvarez indicó otra herramienta: “No se olviden de la señalización negativa”; esto es, los carteles que dicen “No es salida”.
Los pasamanos están definidos en altura, diámetro, forma y continuidad. El pasamanos “ideal” es el de sección recta circular, ya que permite un agarre firme que evita que la persona se caiga.
También se define que todo piso que tenga rociadores automáticos puede considerarse un área de refugio. En este ámbito está el concepto de salida horizontal: por ejemplo, en la mitad de un edificio de dimensiones importantes puede haber un muro cortafuegos con una puerta con protección contra incendios y, en caso de incendio en una de las partes, con sólo cruzar a la otra mitad, la persona ya se encontraría en un área de refugio.
Si la ocupación es de 50 personas o más, las puertas deben abrir hacia afuera; si el número de personas es menor, no es obligatorio. Pero si la puerta es un medio de salida, debe abrir hacia afuera sin importar la cantidad de gente.
La norma 101 incluso define la fuerza que hay que hacer en tres momentos para abrir una puerta: la fuerza para liberar el pestillo de la puerta, ya sea con barra antipánico o con picaporte; la fuerza para vencer la inercia o la diferencia de presión entre adentro y afuera; y la fuerza para abrir totalmente la puerta.
Los medios de salida deben estar permanentemente iluminados con 10 luxes para la salida horizontal y 100 luxes para la escalera. El alto costo que puede significar esto se puede paliar iluminando los recorridos designados por la autoridad competente y utilizando un sistema automático de iluminación con sensores de movimiento temporizados por 15 minutos.
Por último, los pasillos de acceso a los medios de salida deben estar protegidos contra el fuego al igual que las escaleras.
Alvarez explicó que los valores de la norma se adaptan al uso de los espacios y a la existencia o no de rociadores automáticos. También se distingue entre los edificios nuevos y los existentes (para los cuales hay exigencias menores): las normas NFPA son retroactivas.
La autoridad con competencia de la que habla la norma, cuando ésta no es obligatoria, es quien decida aplicarla. Pero se trata de una autoridad con capacidad técnica y no una autoridad pública.
Este fue el primero de una serie de futuros eventos del Capítulo NFPA Argentina, cuyo objetivo es respaldar “la iniciativa internacional de la NFPA, apoyándose en los miembros de la NFPA residentes en la Argentina, o cuyo principal lugar de empleo se ubique en este país”. Actualmente se cuenta con unos ochenta afiliados de nuestro país.
En su sitio web (http://www.capitulosnfpa.org/argentina/noticiasargentina.htm), el Capítulo Argentino enumera sus fines principales: “Promover la ciencia y mejorar los métodos de prevención y protección contra incendios, la prevención y protección de riesgos de accidentes eléctricos y otros temas relacionados. Promover el mejoramiento y desarrollo de sus miembros; Así como el intercambio de experiencias profesionales con expertos del ramo, nacionales o extranjeros. Obtener y divulgar información relacionada con la seguridad contra incendios, así como contribuir a la educación e investigación en este campo. Reunir a los miembros de la NFPA de Argentina, y establecer contacto con las entidades y personas relacionadas con los problemas derivados del riesgo de incendio y explosión y animarlas a la aplicación o continuación de aplicación de las normas de seguridad contra incendio, a incorporar en sus reglamentos, códigos, normas y prácticas, los principios y los lineamientos que ofrece el conjunto de normas, códigos y materiales desarrollados por la NFPA. Propugnar por el mantenimiento de elevadas normas de buena práctica profesional entre sus miembros, infundir principios éticos en la actividad y exigir el estricto cumplimiento del código de ética profesional adoptado por el Capítulo, que forma parte de los Estatutos y por consiguiente es de primordial y obligatoria observación por parte de sus miembros. Ejercer la representación y ser vocero de sus miembros ante los organismos de poder público o ante entidades privadas.”
La norma 101 se encuentra actualmente sujeta a revisión por los Comités Técnicos de NFPA con el propósito de perfeccionarla y actualizarla. El NFPA Journal de este mes explica que las modificaciones “le otorgarán una mayor seguridad humana a varios sectores de la sociedad”.
Frida Stecher