El seguro como socio en la industria del agroJornada de AGRONEGOCIOS
Panorama perfectamente descrito por DANIEL SPESSOT
La industria agropecuaria se convirtió, con la devaluación del 2002, en uno de los principales motores de la recuperación económica de nuestro país. Cuál es el rol del seguro en este contexto y como se convierte en un soporte fundamental del productor.
Es innegable que, desde la devaluación ocurrida a principios del año 2002, la industria agropecuaria se ha convertido en una de las vedettes del crecimiento económico que experimenta el país. La industria agropecuaria es un factor de desarrollo realmente importante, y esto queda demostrado a la hora de analizar ciertos datos. Los productos provenientes del sector del agro superan el 50 % de las ventas externas y se convierten, junto con sus manufacturas, en el 10 % del Producto Bruto Interno (PBI). Como siempre ocurre con una industria que se encuentra en un período pujante, se forma un círculo en el que también se mueven otros sectores de la economía. El rubro del seguro no es la excepción. Este panorama fue descrito por Daniel Spessot, miembro de la aseguradora La Segunda, en el marco de la 2 Jornada Anual de Agronegocios “Desafío y oportunidad”, organizado el pasado viernes 18 en la Bolsa de Cereales de la Nación Argentina.
El sector agropecuario se ha convertido, de esta manera, en un campo fértil para la actividad del seguro que, por supuesto, debe corresponder con lo que es el caudal de dicha industria.
Entre los riesgos que más cubre el seguro en el sector agrícola, Spessot enumera a: riesgos de trabajo, accidentes personales, seguros de vida, automotores, responsabilidad civil, cobertura de transportes, de incendios, de ganado y granizo como los principales.
Con respecto a los seguros de vida, es imprescindible aclarar que, si bien algunos tipos son optativos, otros se encuentran enmarcados en la legislación nacional.
Si bien de puede considerar a la actividad agropecuaria, con el actual modelo económico instalado en el país, como uno de los sectores más pujantes, sólo 27 aseguradoras –de las 104 registradas a nivel nacional- operan con riesgos agrícolas.
Dentro de lo que es este negocio, que le deja al sector unos 382 millones de pesos de prima, más del 90% de los riesgos asegurados están relacionados con la cobertura del granizo convencional. Este crecimiento de la cantidad de pólizas se debe, sin dudas, “al cambio climático que se ve en el planeta, que ha hecho que estas tormentas sean más frecuentes y fuertes”, describe Spessot.
Frente a este panorama, se puede confirmar que hay, aproximadamente, un total de 10,3 millones de hectáreas aseguradas ubicadas, en su mayoría, en la provincias de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe.
Continuando con lo que, específicamente, el seguro del granizo, hay que decir que La Segunda, San Cristóbal y Sancor Seguros son las tres principales aseguradoras en este rubro.
De esta manera, “el seguro se convierte en la única herramienta que le permite al productor agropecuario, seguir en la industria, debido al alto grado de siniestros por granizos que se registraron por el cambio climático”, afirma Spessot.
Advirtiendo ya, desde unos años antes, esta problemática, en el año 2000 se lanzó el programa Afinidad “Sembradores el País”, mediante el cual más de 15000 productores mantienen el vínculo con su aseguradora. Entres los servicios que ofrece este programa se encuentran: “análisis del suelo, capacitación, premios, acceso a la información del clima, mapas hídricos, etc”, detalla Spessot. Bajo este contexto, la Segunda aparece como la aseguradora piloto de este programa en la provincia de Mendoza, una de las regiones con más climatología de granizo del mundo.
Es importante aclarar que, en la gran mayoría de los casos, la póliza del granizo viene acompañada por la del incendio, lo que se denomina “póliza tipo”. Además se suelen ofrecer pólizas adicionales como, por ejemplo: “viento, heladas y otras para el proceso posterior a la cosecha –para granos hay miles-, ya sea para daños convencionales como para aquellos no convencionales”, agrega Spessot.
En otras partes del mundo, en la que la actividad agrícola recoge una mayor cantidad de subsidios, existe lo que se denomina “cobertura multiriesgo”, abocada a los daños que pueda llegar a producir cualquier tipo de fenómeno climatológico.
Sin embargo, es importante aclarar que –como vimos en el comienzo- Granizos no es la única póliza que maneja el mercado del seguro en la industria agrícola. En este sentido, es importante aclarar que la legislación de nuestro país marca la obligatoriedad del seguro del peón. Además, siempre es importante recurrir a la aseguradora ya que, como dice Spessot, “toda mercadería lícita es asegurable”. Y así debe ser, ya que toda economía en recuperación se caracteriza por el aumento de su caudal de producción, y es imperativo para el rubro del seguro acompañar este caudal de crecimiento.
Salomé Zamora