ESTA EL GOBIERNO LISTO PARA EMANCIPARSE?
El país se encuentra próximo a negociar con el FMI. Los números de la economía Argentina muestran buenas señales de cara al futuro. Pero gran parte de este éxito es atribuible a Roberto Lavagna. La decisión del Presidente de apartarlo del cargo es un acto de gobierno que nos implica a todos. La pregunta radica en saber si responde a una actitud de capricho o si realmente obedece a una determinación madura.
Roberto Lavagna no es un simple “ministro de turno”, ya que con temple de acero supo orquestar las medidas necesarias en uno de los peores momentos del país. Sacó agua de las piedras, apagó un incendio difícil de extinguir, supo con extrema habilidad contener el barco en medio de la tormenta, no solo mediante la adopción de acertadas medidas económicas sino también brindando una imagen seria frente a los diferentes países y organismos internacionales.
Roberto Lavagna es sin dudas para la economía Argentina de la post-devaluación lo que Maradona para el fútbol, ya que fue el arquitecto de la recuperación luego de la difícil crisis financiera del 2001, ganándose la confianza tanto de los empresarios como de la población en general. Estabilizar una economía no es tarea fácil, y los logros en este sentido se atribuyen claramente al Ministro que mediante acertadas medidas hoy deja su cargo con un PBI que registra tres años de crecimiento superior al 8%, a la par que los indicadores sociales mejoraron considerablemente y la situación económica del país se consolidó.
Es verdad que el “hasta hoy Ministro” formó su propio espacio de poder dentro del gobierno, manifestándose en varias ocasiones con voz independiente. No obstante consideramos que acredita legitimidad para ello. En varias oportunidades muchos de los votantes de Kirchner manifestaron que su voto respondía a la continuidad de Lavagna, uno de los pilares de la campaña del actual Presidente. Asimismo en ocasión de las últimas elecciones de octubre, en encuestas privadas realizadas a petición de futuros candidatos, las cifras de apoyo a Lavagna incluso como futuro Primer Mandatario, dieron altamente positivas.
Cierto es que el hoy ya ex Ministro no apoyó al Presidente en esta última campaña. Pero acaso no es una actitud seria y madura mantenerse al margen de una disputa entre dos personalidades, ambas vinculadas a Lavagna, ya que Duhalde no olvidemos fue quien lo llevó al poder. El Ministro claramente no optó por partidismos sino por una actitud honrada, por la lealtad hacia quien acompaña y hacia quien lo ubicó en el cargo. Y no olvidemos que la política se ejerce por personas. Y las cualidades como seriedad y honradez no son fáciles de encontrar en este ámbito.
Por otra parte, si de imagen se trata, en un mundo en que las empresas gastan buena parte de sus ingresos en Marketing y considerando al país como una gran empresa, la actitud serena y segura de Lavagna fertilizó la tierra donde florecieron con éxito las acertadas mediadas económicas con que supo contener a la Argentina en uno de sus peores momentos.
En este sentido Claudio Loser, ex director del Fondo Monetario Internacional para el Hemisferio Occidental advirtió hoy para un medio radial de Brasil que “La salida de Lavagna es una pérdida importante para el gobierno argentino en términos de credibilidad con el sector empresarial y con el sector internacional. Puede afectar negativamente a la Argentina, al menos en el corto plazo. Lavagna realizó un trabajo extremadamente valioso al traer de nuevo a la Argentina a una situación de estabilidad”. Así lo afirmó el ex funcionario del FMI en sus declaraciones.
Asimismo la Bolsa de Comercio, lejos de recibir con aplausos el nuevo nombramiento, cayó un 4.5%. Y el dólar se disparó por encima de los $3.
No obstante estas dos últimas cuestiones son meramente circunstanciales ya que la bolsa no pudo descontar de antemano este evento predecible pero inesperado al menos en estos plazos.
Lo que sí es un factor preocupante es la capacidad del gobierno de continuar brindando una imagen seria hacia el exterior. Cambiar las reglas en un país que se destaca por no respetarlas, y en un momento en que Argentina comenzaba a ser creíble ante el mundo, no parece ser la mejor de las ideas.
Pero la pregunta principal radica en los motivos, en saber si se trata de una actitud madura elaborada en base a una mejor proyección para Argentina. Varias veces se ha criticado a Kirchner por manejarse impulsivamente, Lavagna en cambio le sostenía las riendas como excelente moderador que demostró ser.
Ahora Ministro afuera, el Presidente se queda con su único pensamiento y sin el valioso aporte de la confrontación. Para algunos la sensación es que deberá demostrar que puede conducir la bicicleta sin rueditas.
No obstante Kirchner ha demostrado empuje y proactividad. Pero también el adolescente preparado que se emancipa demuestra tener estas cualidades. La diferencia radica en que este último aprende “a golpes” incluso, pero Argentina no está preparada para más golpes que solo contribuirían a la desestabilización.
Más allá del deseo de que esta jugada salga bien que como ciudadano uno puede tener, la pérdida de Roberto Lavagna como Ministro de Economía decepciona a muchos de los que votaron el “combo Lavagna-Kirchner”.
Y solo resta esperar que esta actitud no obedezca a un capricho de mayor poder y autonomía por parte del Presidente, de continuar ganado espacios propios para quedarse con su único pensamiento y modo de ver las cosas.
No intentamos desacreditar a Kirchner en ningún modo ya que reconocemos sus cualidades. Pero de igual modo que un caballo por veloz que sea no llega a destino sin jinete, valoramos el valioso aporte de Roberto Lavagna en este sentido, de algún modo enriqueciendo, equilibrando y moderando la personalidad proactiva del Presidente.
Marina Montero