La verdadera razón del valor de una póliza de autos
El monto que se establece para una prima en un contrato de seguro está estrechamente vinculado a múltiples razones, entre las que se destacan el grado de siniestralidad que presenta el bien asegurado y la región geográfica sobre la que se establece la póliza.
Es evidente que, desde siempre, el costo de las pólizas que conforman el mercado del seguro son variables y las diferencias que se aprecian entre estos valores dependen de múltiples factores. Según establecen las clásicas leyes de la oferta y la demanda, un producto aumentará su valor según sea su nivel de requerimiento por parte de la sociedad. En el caso del seguro, es indudable que el precio de una póliza está sujeto, prácticamente en su totalidad, al grado de siniestralidad que, se presume, presenta aquello que se está asegurando. Muchos son los factores que inciden a la hora de establecer una prima pero, sin dudas, las características de aquello que se está asegurando, el contra qué se está asegurando y el lugar donde se establece el contrato de seguro son determinantes a la hora de fijar los costos de este tipo de producto.
Se puede decir que no es lo mismo, por ejemplo, asegurar un auto 0 km que uno de más 10 años de antigüedad, no es igual establecer una póliza de seguro contra granizo en una zona desértica con baja probabilidad de tormentas que en una con una intensidad de lluvias más frecuente, como tampoco se puede comparar los índices de siniestralidad que se pueden llegar a registrar en zonas urbanas de alta densidad de población con aquellos que se ven en zonas mucho más desabitadas y con estilos de vida menos vertiginosos.
Es evidente, entonces, que las características intrínsecas de un producto, sumadas al factor contexto, llegan a ser determinantes a la hora de fijar el valor de una póliza de seguro. Por eso no se debe hablar de seguros más baratos o más caros, sino que a la hora de hablar del valor de una prima es fundamental analizar otros factores relacionados, casi en su totalidad, con el potencial grado de siniestralidad que se puede llegar a percibir en el bien que se está asegurando.
La región sobre la que gira el contrato de seguro es determinante. En un país tan centralizado como es Argentina, no cabe dudas que la Capital Federal y el conurbano bonaerense presentan valores de siniestralidad visiblemente mayores que los vistos en otras regiones. En relación a esto, hay que decir que el tipo de cobertura también varía según sea la zona. En el interior del país, casi el 70% de las pólizas que se contratan están relacionadas con el rubro de responsabilidad civil ya que siniestros como incendio, robo o daños parciales son prácticamente nulos.
Sin dudas a la hora de analizar todo lo referente a seguros resulta fundamental centralizar la atención sobre el rubro automotor, ya que reúne a una gran parte de las pólizas comercializadas en este mercado. En este caso el factor geográfico también es determinante y, a raíz de esto, existen una serie de rankings que indican sobre el riesgo y el grado de siniestralidad que se registran en las distintas zonas de nuestro país. Por supuesto que Capital Federal y el Gran Buenos Aires son los distritos que presentan los mayores riesgos –ambas absorben el 78% de los siniestros de casco-, mientras que ciudades más pequeñas como La Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza y Mar del Plata son consideradas plazas sujetas a mediano riesgo. Las zonas de bajo riesgo suelen centrarse en las demás ciudades de provincias, como pueden ser, por ejemplo, Santa Fe, Río Cuarto, Paraná o Bahía Blanca, mientras que para las localidades del interior de cada provincia existe lo que se denomina riesgo II, lo que sería un equivalente a un nivel de riesgo aún más bajo que aquel que se registra en ciudades consideradas chicas. Es evidente que esto va a determinar de forma sustancial el valor de una póliza, ya que no es el mismo compromiso que enfrenta una aseguradora en una zona de máximo peligro de siniestralidad que en una de bajo riesgo de siniestro.
Esta diferencia se traslada de manera notoria a los precios, los cuales pueden llegar a mostrar diferencias considerables según sea la región. Según indica un relevamiento realizado por la Secretaría de Defensa del Consumidor, en las provincias de Santa Fe y Mendoza, por ejemplo, los seguros de automóviles se encuentran 40% más económicos que en la ciudad de Buenos Aires,. La diferencia se hace aún más notoria en la provincia de Córdoba, en la que se registran valores de pólizas aproximadamente 28% inferiores a las establecidas en Capital. Estas diferencias se centran, sin dudas, en factores como la densidad poblacional, el tránsito vehicular y, como se mencionó anteriormente, el índice de siniestralidad específico de cada zona. Vale aclarar que también se pueden ver diferencias de precios en lo que hace al canal de contratación del seguro. Mientras que en la ciudad de Buenos Aires una contratación directa en la compañía aseguradora representa un porcentaje de ahorro de alrededor del 5%, en Córdoba apenas alcanza el 1%. Otra diferencia importante para apreciar es la que existe en torno a la relación entre el precio anual y el valor asegurado. Mientras que en BS AS está relación gira alrededor del casi 10%, en Córdoba es el 7,18%, en Santa Fe del 6,14 mientras que en Mendoza alcanza el 6,10%.
Por supuesto que las diferencias en cuanto a los valores de las primas de un seguro no se ven sólo en el rubro automotor sino que, como se vio anteriormente, se trata de una característica típica del mercado y que encuentra su expresión también en todo lo relacionado con el seguro. Un ejemplo de esto son los valores arrojados por el sector agrícola. Según datos de la SSN, las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos concentraron, durante el año 2004, más de la mitad del mercado relacionado con el seguro agrícola, hecho que hizo que las primas aumentaran un 10,9%. Sin embargo, en esta misma región, los siniestros experimentaron una caída del 36,5%, por lo que el margen de ganancias para las compañías aseguradoras en esta región fue significativo. Por eso es importante ver que no sólo el índice de siniestralidad específico de algún bien o región influye a la hora de establecer el precio de un determinado seguro, sino que otros factores –entre los que se incluye la demanda- son determinantes también.
Muchas son las causas, entonces, por la que la póliza de un seguro establece su precio en el mercado. Sin dudas que, como siempre ocurre con cualquier producto en nuestro sistema económico, la respuesta que encuentre, en términos de demanda, va a ser fundamental. En el caso de este mercado, específicamente, se deben agregar factores importantes entre los que resalta el potencial grado de siniestralidad que registra tanto el bien a asegurar como la región donde se establece este contrato. Sin dudas, un dato importante ya incorporado por el sector del seguro y que debe asimilar, a modo de protección, el desgastado usuario argentino.
Salomé Zamora