Una nueva defensa para la atacada medicina
El día martes se llevó a cabo la presentación de “TPC ocurrencia”, un nuevo producto que la empresa The Professional’s Company diseñó con el fin de ampliar y mejorar la oferta de este tipo de producto en el mercado. Presentada como una alternativa a la póliza Claims Made, representa una opción de seguro interesante para un ámbito que concentra una altísima cantidad de demandas por responsabilidad profesional.
través de tres de sus principales representantes, Fernando Gómez, Fernando Mariona y Fernando Orta, la compañía presentó esta nueva cobertura que se presenta como una opción renovadora frente a lo que es la ya conocida cláusula Claims Made. En síntesis, el diseño de esta nueva póliza apunta a convertirse en una cobertura de excelencia para el profesional médico en un mercado que logró un notorio repunte desde el año 2003.
En términos generales, se puede decir que esta cobertura ha sido pensada para brindar al ámbito de la medicina una oferta alternativa a la que presentan en la actualidad las pólizas Claims Made, bastante cuestionadas por muchos especialistas del ámbito del seguro debido a la polémica que despiertan varias de sus cláusulas esenciales. La póliza de ocurrencia, entonces, posee varios puntos que la diferencia notoriamente de la Clame Made.
Según los directivos de TPC, la denominada “TPC Ocurrencia” establece las siguientes características distintivas: cobertura del hecho generador del daño, la cobertura del mismo durante la vigencia de la póliza y situaciones adyacentes al descubrimiento de ese daño, cuyo reclamo e indemnización puede ser realizado hasta diez años después de la prestación médica correspondiente.
Por supuesto que las personas consideradas como asegurables a la hora de establecer esta póliza son todas aquellas relacionadas con el mundo de la medicina, es decir, médicos, técnicos y auxiliares del ambiente médico. Vale aclarar que esta cobertura está dirigida sólo a las personas físicas.
Como se mencionó anteriormente, la cobertura de ocurrencia establece diferencias esenciales con respecto a lo que es la cobertura de Claims Made, las cuales giran en torno a tres conceptos básicos: tarifación, suma asegurada y condiciones de seguro. En el primer caso, hay que decir que en la cobertura Claims Made el valor de la tarifa va ascendiendo a lo largo del tiempo del contrato, es decir, su valor es variable, mientras que en la de Ocurrencia el valor permanece fijo y constante. En lo referente a la suma asegurada, hay que decir que en la primera póliza se centra en la suma vigente con la que cuenta el profesional médico al momento de recibir el reclamo correspondiente al supuesto caso de mala praxis mientras que, en cuanto a las condiciones del seguro, hay que decir que la diferencia más importante se encuentra en el momento requerido para la vigencia del seguro. Si en el caso de la claims made se requiere la posesión del seguro tanto en el momento de la práctica médica denunciada como también en el de la recepción de dicho reclamo, en el caso de la cobertura de ocurrencia sólo se requiere su posesión en el momento de la práctica médica correspondiente.
Es evidente que las coberturas para casos de mala praxis profesional en general, pero en el caso de la medicina en especial, cuentan con una expansión relativa. Si bien, como se mencionó al comienzo, desde hace aproximadamente tres años se está empezando a ver una importante reconsideración de las posibilidades de este producto, es innegable que su instalación en el mercado del seguro no deja de ser dificultosa. Factores como la denominada “industria del juicio”, principal causante de la ola de juicios y demandas por mala praxis médica que se observa desde hace tiempo en los ámbitos médicos y jurídicos, y flaquezas propias del sistema legal argentino son las dos principales causas que convierten a este tipo de cobertura como portadora de cierto riesgo. Sin embargo, es indudable que, bajo una administración inteligente y creativa, no deja de ser una opción con un caudal de beneficios importantes que el mercado asegurador no puede dejar de percibir.
Salomé Zamora