Una nueva defensa contra la atacada medicina (Parte 2)
The Professional’s Company presentó el último martes la póliza “TPC Ocurrencia”, un nuevo producto en lo que hace a la cobertura de mala praxis profesional. Pensada especialmente para el ámbito de la medicina, representa una nueva opción para un sector más que castigado por la denominada “industria del juicio”.
El pasado martes 21 de marzo se llevó a cabo la presentación de “TPC Ocurrencia”, el nuevo producto destinado a la protección de mala praxis profesional que la empresa The Professional’s Company desarrolló para el ámbito de la medicina. A través de tres de sus principales responsables, Fernando Mariona, Fernando Gómez y Fernando Orta, la aseguradora presentó esta nueva póliza que se presenta como una opción renovadora frente a lo que son las polémicas Claims Made.
Si bien es verdad que, en la actualidad, la cantidad de seguros comercializados que apuntan a la cobertura de responsabilidad profesional se encuentra en franco ascenso, también es notorio que aún no se hallan lo suficientemente instalados en el mercado, sobre todo por los riesgos que a simple vista aparentan tener relacionados. La denominada “industria del juicio”, que ha inaugurado un inusual incremento en el número de demandas iniciadas contra el profesional médico, además de deficiencias importantes en el marco jurídico argentino, son las principales causas que han producido que, a lo largo de los últimos años, la comercialización de este producto haya sido realmente escasa.
Esta dificultad, que se advierte en el mundo de la medicina a la hora de asegurar tanto su patrimonio humano como el obrar profesional, encuentra, entonces, una manifestación notoria a lo largo de la historia. Durante el último cuarto de siglo han sido muchos los vaivenes que se advirtieron en torno a esto. En términos generales, hay que decir que la historia fuerte del seguro relacionado con la mala praxis médica en nuestro país encuentra su origen en el año 1980. En ese año, la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) aprobó las condiciones generales requeridas para la implementación de un seguro de mala praxis médica. A pesar de eso, la oferta que existía en torno a este tipo de póliza era realmente escasa. En la década siguiente, ya a principios de los ’90, se presenta en el mercado el primer producto real referido a la mala praxis médica, el cual contaba con un requisito fundamental en la industria del seguro como lo es el contrato de reaseguro. En el año 1995 se produce lo que hoy en día se considera como una explosión de este producto, registrándose una mayor oferta de opciones relacionadas con esta temática como también una oferta de reaseguro importante. Este incipiente crecimiento que se llegó a ver durante los ’90 encontró un quiebre importante en el año 2002, cuando se empieza a apreciar una disminución muy marcada en la comercialización de estas pólizas. Según Fernando Gómez, este fenómeno se debió a factores múltiples, tanto a nivel nacional como también internacional. Los más importantes obedecen, sin dudas, a dos hechos determinantes: la falta de reaseguro y la clausura, por parte de la SSN, de algunos operadores importantes en el mercado. Hay que aclarar que, en el primer caso, hay dos hechos que resultan determinantes: el atentado realizado contra las Torres Gemelas –que provocó, debido a la inmensa cantidad de reclamos de indemnizaciones, una crisis importante en la industria del seguro internacional- y la crisis económica que por ese entonces estremecía a nuestro país. Sin embargo, un año después -2003- el mercado logra estabilizarse y las pólizas de mala praxis reaparecen fuertemente consolidándose como una opción válida.
Sin dudas, el seguro de mala praxis, sobre todo el vinculado con la medicina, representa una respuesta frente a las crecientes necesidades de una profesión marcada, actualmente, por una ola de reclamos originados a causa de un supuesto mal obrar profesional. En medio de este contexto de marcada inseguridad, resulta imprescindible para el profesional médico algún tipo de resguardo en materia de seguro. A su vez, si bien es verdad que la cantidad de reclamos registrados contra el ámbito de la medicina en el último tiempo puede llegar a considerarse como un factor de riesgo para la industria aseguradora, no hay que perder de vista tampoco que, según marca la jurisprudencia de nuestro país, apenas ¼ de las demandas indiciadas logran tener un fallo efectivo con una sanción para el profesional, por lo que estos supuestos riesgos quedan absolutamente minimizados. Se puede decir, entonces, que estamos en presencia de un campo fértil a la hora de cosechar nuevas opciones en un mercado aún poco explotado.
En este sentido hay que decir que la póliza TPC Ocurrencia cuenta con el reaseguro de la empresa alemana Hannover Re, el plazo de prescripción con el que cuenta es de 10 años y las sumas aseguradas son variables pero alcanzan los $2000000. Cuenta con planes con o sin franquicias y una financiación de hasta doce cuotas.
The Professional’s Company nació como una empresa destinada a la cobertura de lo que es seguros de responsabilidad civil y caución, destacándose sobre todo en lo referente a mala praxis profesional. Se puede considerar que, actualmente, es la única aseguradora dedicada de manera integral a una temática que pide a gritos nuevos signos de creatividad a la hora de apuntalar una consolidación real.
Salomé Zamora