Desayuno de Arlog

Por segurosaldia.com abril 25, 2006 13:51

Outsourcing empresarial: la nueva revolución productiva

El proceso de tercerización se ha convertido, en los últimos años, en una nueva herramienta para el sector empresarial. Sin dudas, un recurso útil que, acompañado de una correcta visión estrategica, garantiza la minimización de tareas sin perder el margen de rentabilidad.

La tercerización se ha convertido, en los últimos años, en una de las mayores novedades que ha presentado el sistema industrial y productivo de nuestro país. Instalada en Argentina luego de una consolidación absoluta en los países más desarrollados, su presencia en el mercado nacional se remonta a los tiempos de la privatización y representa, actualmente, una nueva opción en un mercado laboral que constantemente aumenta en complejidad. En relación a esto se desarrolló, el martes 4 de abril, el segundo desayuno del año de ARLOG –Asociación Argentina de Logística Empresaria- destinado, principalmente, a debatir sobre el fenómeno de la tercerización y sus consecuencias en el universo productivo argentino. A través de expositores como Carlos Musante –Gerente General de Celsur Logística-, Fernando Balzarini –presidente de ARLOG-, Felipe Torres –Gerente de Logística de Falabella- y Germán Gamarra –Gerente de Logística de Procter & Gamble- se analizó la actualidad de una actividad que coloca a la industria bajo un proceso de transformación en gran parte del mundo.
En términos generales, se puede decir que la tercerización es el traspaso, de una empresa a otra, de ciertas actividades que, hasta ese momento, eran desarrolladas por alguna de ellas. Este fenómeno también es conocido con el nombre de externalización, que sería una traducción casi perfecta de Outsourcing, su nomenclatura en inglés. Actualmente, esta tendencia se encuentra en alza y ha logrado consolidarse como un tercer sector en la organización de la estructura económica internacional. Antes de que el Outsourcing surgiera como una opción rentable para determinados grupos empresariales en los países más avanzados del hemisferio occidental, el sistema económico reconocía dos sectores productivos básicos: el primario, que se basaba en actividades extractivas o productivas de recursos naturales -agricultura, ganadería, forestación, minería y pescadería, entre otras- y el secundario, orientado a la transformación de estos recursos naturales –industria, construcción, etc-. La irrupción del tercer sector ha logrado que se logren instalar nuevas actividades relacionadas, más que nada, con el ámbito financiero, comercio minorista y servicios. Hoy en día, el fenómeno de tercerización ha logrado que una empresa encuentre en otras organizaciones prestaciones básicas para su estructura como pueden ser, entre otras, transporte, legales, gubernamentales, jurídicas, marketing y comunicación. Sin dudas, una lista de opciones amplias que pueden llegar a ser fundamentales a la hora de brindar valor agregado a un determinado producto.
Frente a un sector que viene manifestando un notable crecimiento en los últimos años, resulta fundamental la capacidad de visión que el empresario pueda llegar a tener para convertir este recurso en una herramienta que realmente garantice el éxito de un determinado producto, venta u operación. De esta manera, tal como lo declara Musante, “el Outsourcing pasó de ser un concepto táctico a estratégico”, y éste debe ser utilizado como medio para otorgar un valor agregado a la producción. Si bien representa una actividad que abre un panorama amplio y de diversas opciones, resulta fundamental la gestión del empresario para que realmente esta opción signifique algún margen de utilidad.
Varias son, entonces, las ventajas que implica el proceso de tercerización. La más importante se ubica, sin dudas, en el área financiera, ya que es notable el aprovechamiento económico que se puede realizar a partir de él. En este sentido, Musante aclara que las ventajas del Outsourcing son múltiples y se ubican, sobre todo, en los costos, las finanzas y las estrategias competitivas. “Desde el punto de vista de los costos, para implementar un proceso de tercerización se debe medir en forma previa el proceso. Desde la función financiera, permite liberar capital improductivo invertido en actividades que no son parte del “core business” de la empresa. Y desde la estrategia competitiva, concentra esfuerzos de la organización en su negocio específico”, expresó.
Evidentemente, frente a un contexto de sostenido crecimiento económico, los requerimientos provenientes del sector productivo son cada vez mayores. La necesidad de un buen sistema logístico que garantice la mayor optimización posible del comercio nacional e internacional, un buen asesoramiento legal que ofrezca protección jurídica a ciertas actividades nuevas y aún carentes de regulación, y una buena formación en marketing y comunicación que logre una correcta inserción de la empresa en el tejido social resultan fundamentales a la hora de pensar una empresa moderna y adaptada a los tiempos actuales.
Sin embargo, lo que surge como una posibilidad de inversión importante también puede transformarse en un factor de pérdida si la capacidad ejecutiva del responsable de la organización no administra bien estos recursos. Según Balzarini, problemas en temas como comunicación, calidad, calificación del personal y falta de flexibilidad pueden llegar a provocar que el Outsourcing se convierta más en un problema que en una solución. Es por esto que son muchos son los empresarios que creen más en una tercerización mesurada y apuntalada a determinadas áreas específicas. Según expresa Felipe Torres, “hay que tercerizar cuando existen ineficiencias en la cadena logística, diferencias marcadas entre requisitos comerciales y logísticos, variabilidad de costos de la operación y sistemas informáticos deficientes”. Teniendo en cuenta la importancia que un proceso así acarrea para una empresa, es importante realizar un análisis detallado sobre los requisitos que deben considerarse a la hora de concretar una operación de tercerización. Según Torres, estos requisitos deben centrarse en la solidez o madurez de la operación, los procesos logísticos internos estandarizados, una cultura organizacional preparada y los sistemas informáticos adaptables. De todas formas, no quedan dudas que, tal como Germán Gamarra, el factor que realmente termina decidiendo una tercerización es el financiero. Para lograr que un Outsourcing sea económicamente rentable para una empresa debe ser estratégico y acompañar a lo que resulta determinante para la empresa.
De todas formas, más allá de las diferentes visiones que la tercerización genera dentro del ámbito productivo e industrial de nuestro país, no quedan dudas de que se trata de una actividad con una expansión que cada vez es mayor. Se puede decir que, actualmente, representa un importante crecimiento económico dentro del sector de servicios, sobre todo en aquellos complementarios a la producción y que se vinculan con tareas previas y posteriores a la fabricación.
Evidentemente, el Outsourcing se ha convertido en una de las actividades más novedosas que el sector productivo ha entregado en los últimos tiempos. Una revolución que no sólo incorpora trabajadores al mundo laboral sino que también representa una alternativa óptima para aquellas empresas que quieran minimizar sus tareas sin perder márgenes de rentabilidad.

Salomé Zamora

Por segurosaldia.com abril 25, 2006 13:51