Los nuevos desafíos logísticos
Si bien se trata de uno de los sectores con menos marketing del sistema industrial, la logística se ha convertido en una actividad determinante que influye tanto en la productividad de una empresa como en el modelo económico de un país. La capacitación de los recursos humanos y la inversión extranjera son las dos principales preocupaciones que enfrentan los especialistas del sector.
La Asociación Argentina de Logística Empresaria –ARLOG- organizó, el pasado 12 de septiembre, el XV Encuentro Nacional de Logística Empresaria “Las tres claves para la competitividad logística”, evento destinado a debatir sobre la actualidad de la actividad logística en nuestro país, su importancia en el sistema productivo y su incidencia en el escenario económico. La jornada, que contó con la presencia del ex Ministro de Educación, Juan José Llach, reunió a numerosos especialistas del sector que centraron sus reflexiones en la relación que mantiene la logística con factores como los recursos humanos, infraestructura e inversiones, productividad y economía.
La actividad logística representa, desde la complejización de los sistemas de producción, un sector clave de la estructura industrial ya que repercute tanto en la rentabilidad de una empresa como en la solidez de un modelo económico. El crecimiento en las tasas de crecimiento que registra actualmente la economía mundial impone la necesidad de alcanzar una logística de alto nivel competitivo, que contribuya al fortalecimiento de la organización y a la construcción de una economía más sana. Según Fabián Yannone –Miembro de la Comisión Directiva de ARLOG- “la logística contribuye a la economía con más del 20% de participación en el PBI y ocupa a más de 1 millón de empleados”, lo que la convierte en un elemento estratégico más allá de que muchas veces no se le asigne la importancia que merece dentro del tejido industrial.
El volumen de personal que emplea el sector y la estrecha relación que mantiene con algunos indicadores macroeconómicos básicos exigen un manejo correcto de los recursos humanos, el cual debe mostrar niveles de excelencia, motivación y compromiso dignos de una era de alta capacitación profesional. La logística se trata de una actividad estratégica del sistema ya que no sólo incide notoriamente en la rentabilidad de una empresa, sino que también puede aportarle al producto altos niveles de valor añadido, para lo cual la formación y la capacitación de los individuos se transforman en uno de los principales capitales de la compañía.
La preparación profesional es uno de los problemas más importantes que enfrenta actualmente este sector, ya que la complejidad de variables que caracteriza a la actividad requiere una especialización que el mercado de hoy no ofrece. “Para atraer a los recursos adecuados se requiere especialización, ya que no existen carreras de nivel medio, terciarias ni universitarias que garanticen el conocimiento profundo de todas las variables a las que se enfrenta un logista en los distintos ámbitos laborales”, explica Yannone. La oferta de mano de obra capacitada que presenta actualmente el mercado resulta insuficiente para abastecer a áreas como recursos humanos, manufactura, finanzas y a los altos cargos jerárquicos, plazas que son las que más personal están demandando. “Cada vez se hace más difícil encontrar talentos”, sentencia Ricardo Bäcker –Director de la headhunter Korn Ferry-.
El manejo efectivo de los recursos humanos requiere no sólo de una formación acorde a las funciones realizadas por el empleado, sino que también es necesaria la implementación de un conjunto de acciones destinadas a la motivación del personal. La logística se trata de una actividad en la cual el 95% de las tareas se desarrollan fuera del ámbito de supervisión, por lo que la automotivación y la autodisciplina de los empelados se transforman en dos factores que inciden en la productividad de la empresa. “Resulta clave para un operador logístico formar a su gente”, explica Gustavo Figuerola –Gerente General de Exologística-.
El proceso de globalización ha impuesto cambios profundos que modificaron los sistemas de producción, provocando el nacimiento de nuevas actividades y funciones. Si bien la tercerización y el offshoring representan la apertura de nuevas oportunidades y caminos profesionales, la rapidez con la que se instaló en el sistema productivo internacional fue mayor a la capacitación específica en estas áreas. Según Horacio Quirós –Presidente de la Asociación de Recursos Humanos de la Argentina y Director de Recursos Humanos del Grupo Clarín- “La tercerización y el offshoring continuarán, lo mismo que la escasez de mano de obra competente. La creatividad es el valor diferencial, por eso es necesario detectar, atraer y retener a los talentos”.
El bajo nivel de inversiones extranjeras que registra actualmente nuestro país representa otra problemática que ha sembrado preocupación entre los empresarios del sector, sobre todo por las consecuencias que implica en infraestructura y productividad. Según señala Roberto Schulzen –Gerente General de Schoss-, se percibe un déficit importante en todo lo que sea autopistas, carreteras, ferrocarriles, puertos regionales y zonas de servicios logísticos, provocando una serie de problemas diversos entre los que se destacan las fallas en los sistemas de accesos y en la seguridad. La inversión de capital privado en logística debe ser considerada una inquietud central de la agenda económica, ya que “sin inversión en infraestructura logística no hay posibilidad de un desarrollo sostenido”, sentencia.
La falta de inversión en la actividad no se trata de un fenómeno monocausal, sino que involucra tanto a razones internas como externas, entre las que se destacan elementos como el contexto jurídico, el escenario macroeconómico, y algunas características propias de la logística que hace que sea vista más como un gasto que como una inversión. El rol de la logística como sostén tanto de la productividad de la organización como de la continuidad del desarrollo económico debe ser reivindicada por todos los actores que conforman el circuito industrial, ya que actualmente se realizan contratos de corto alcance que no permiten una inversión duradera y rentable, afectando así a la totalidad del sistema productivo. La actividad privada resulta clave en el sostenimiento del actual modelo económico, por lo que la inversión en el área de logística debe ser considerada como parte de un plan de economía inteligente. Según Arnaldo Bocco –Director del Banco Central de la República Argentina-“el crecimiento es mérito de la actividad privada y todo hace pensar que se mantendrá en el tiempo”.
El contexto económico por el que atraviesa nuestro país obliga a la reconsideración de la importancia de la logística en el mantenimiento del sistema y a un grado de inversión que esté a la altura de las exigencias que recaen sobre el aparato productivo, ya que el aumento de los índices de consumo y de las exportaciones repercute en la oferta de productos y servicios. Juan Bour -Director de FIEL- indica que la productividad promedio en la Argentina está un 15% por encima de la registrada en el año 1985, por lo que se debe lograr un mayor poder de ahorro e inversión en las capacidades físicas y humanas para lograr una mayor eficiencia y contribuir, así, de una manera más eficaz al desarrollo económico del país.
Más allá de la falta de promoción y hasta de marketing que rodea a la actividad logística, el crecimiento económico y la transformación de los modelos de producción la instalaron como un área que incide tanto en la rentabilidad de una empresa como en la funcionalidad de la macroeconomía. El desarrollo inteligente e integral de este sector será una de las claves que determinará el futuro de cada empresa que integre este nuevo tejido industrial.
Salomé Zamora