Estamos más caros que en el 1 a 1?

Subas desmedidas en algunos productos y servicios en medio de subsidios cruzados para otros. Salarios que crecen pero a la vez pierden poder adquisitivo. La verdadera respuesta la tiene su bolsillo. Paralelamente los empresarios piden una recomposición de la rentabilidad.

Ernestina Giarrizzo para SegurosALDia.com

Mientras el sector agropecuario y la UIA reclaman un dólar entre $3.50 y $3.80, en el debate del senado por el conflicto con el campo, todavía algunos legisladores ultrakirchneristas apelaban como defensa a la frase “les estamos sosteniendo la competitividad del 3 a1”.

Lo cierto es que cuando traspasamos el INDEC y nos remitimos a los precios de los productos en 2001, el tipo de cambio 3 a 1 resulta anecdótico en términos reales, y literalmente a la competitividad se la devoró la inflación.

Ante la falta de datos confiables, la redacción de Bancos al Día concurrió a la Biblioteca Nacional con el objeto de revisar las ofertas de los supermercados en los diarios de 2001 e incluso 2002 donde todavía los precios no se despegaban prácticamente de la convertibilidad y los comparamos -para ser justos- con las ofertas actuales.

Las mayores subas se registraron en los alimentos: las frutas subieron entre un 700% y un 1.700%, los huevos y aceites alrededor del 1.000%, la carne entre un 500% y 1.000% dependiendo el corte, los lácteos un 500% promedio y los productos de almacén alrededor del 400%. (ver cuadro al final de la nota)

En el rubro electrodomésticos los lavarropas carga frontal de 5 kg mientras que en el 2001 arrancaban de $290 hoy no lo conseguimos por menos de $1500, registrando una suba aproximada de un 500% al igual que las heladeras. No es este el caso de los televisores donde solo duplicaron en un 100% los precios de la convertibilidad, pero esto debido a que los modelos comparados quedaron atrás por la aparición de LCDs y pantallas planas.

Salarios:

El salario mínimo vital y móvil creció en Argentina desde $200 en diciembre de 2001 a $1200 en agosto de 2008, lo que corresponde a un 600%.

Respecto al salario medio de los trabajadores registrados en la actividad privada, actualmente asciende a $2.422 y en diciembre de 2001 era de $955 lo cual nos indica una suba del 254%.

En el escalón más bajo quedan relegadas las jubilaciones que entre 2003 y 2007 según el Ministerio de Trabajo habrían crecido solo un 106%.

Alquileres:

El promedio de suba registrado entre 2001 y 2008 asciende al 350%. Como ejemplo un departamento en Barrio Norte por cuyo alquiler aún en 2002 se pedía $350 hoy ronda los $1.400.

Qué dice el INDEC:

Desde la devaluación, la suba de precios al consumidor fue de un 110,4% a febrero de 2008, según el Indec.

CONCLUSIONES

1) La inflación se devoró literalmente la competitividad del 3 a 1 inicial. El aumento del costo de vida y los salarios repercuten negativamente en la producción nacional que ante la falta de rentabilidad puede verse forzada a despedir empleados. En este caso los productos nacionales se sustituirán por importaciones (actualmente en creciente aumento) y peligraría el modelo implementado por Lavagna, para volver a una especie de modelo de la convertibilidad, con la salvedad de altos precios en los commodities (siempre que logren sortear la crisis actual).

Si bien existen herramientas para frenar las importaciones, tampoco se podrá abusar de estos artilugios ya que la contraparte podría actuar de la misma forma con Argentina, como ya sucedió con China y frenar nuestros productos.

2) También el turismo, cuyo aporte no es menor, puede verse afectado. Según comentaba un periodista italiano en su último viaje el taxi desde Ezeiza pasó a costar un 100% más que 18 meses atrás, así como comer en restaurantes.

3) Durante el conflicto con el campo el gobierno buscó frenéticamente hallar a los responsables de las subas de precios. Si bien confluyeron varios factores, tal vez el propio gobierno tenga algún grado de participación al ser tan condescendiente con Moyano acordando paritarias que encarecen el transporte de los productos y desequilibran a cadena.