Conciencia aseguradora hoy
En el marco del Primer Seminario Internacional de Seguros de Vida y de Retiro se pudo aprovechar las observaciones de los disertantes en cuanto a la situación de la industria actual, y lineamientos básicos para el futuro.
Inauguró la jornada Gabriel Chaufan, presidente de la Asociación de Aseguradores de Vida y Retiro de la República Argentina, quién aporto un panorama del mercado local actual.
Chaufan declaró que la actividad se encuentra en crecimiento a tasas promedio del 26%, sin embargo resulta necesario continuar dando fuerza al sector. Asimismo expresó “Somos un componente importante del desarrollo del mercado de capitales”.
En tal sentido aclaró que, la actividad demanda instrumentos de largo plazo. Por esa razón los títulos públicos aparecen como una opción importante en un país donde los instrumentos de deuda privada no han logrado el desarrollo que se pretendían o necesitaban en cuanto a plazo y a profundidad.
Así como los países y empresas planifican sus gastos e ingresos, de la misma manera deben operar las familias. La familia como unidad económica ocupa un rol muy importante en la sociedad. De ahí que sea menester la planificación, prevención y protección de la misma.
Existen contingencias inesperadas sobre todo en casos de muerte, invalidez y enfermedad. De alguna forma deben estar planificadas desde las consecuencias financieras que implica no contar con esta contención.
Por el contrario, una contingencia esperada es la jubilación. Empero, en muchas ocasiones las reacciones son tardías. La planificación con tiempo es fundamental, y aquí toma relevancia el seguro de retiro.
A su vez, se hace necesario derribar mitos a cerca de los seguros de vida y de retiro. El primer mito consiste en pensar erróneamente que los seguros obligatorios del sistema de Seguridad Social cubren la totalidad de las contingencias. Esto es falso. Para ser bueno y cumplidor un sistema de jubilación necesita una tasa de cobertura (la mayor cantidad de gente posible) y tener una buena tasa de sustitución (que el salario de sustitución sea lo más parecido al que una persona recibía cuando trabajaba). Hay mucha gente que no accede a los requisitos ya que son muy altos. Los autónomos y monotributistas, por lo general perciben salarios por encima del tope. Éstos, suman millones de personas con necesidad jubilatoria no cubierta. Hay aquí una oportunidad importante del desarrollo del negocio. Pero para eso hay que derribar el mito del que sistema jubilatorio obligatorio es capaz de cubrir a todos por igual
Por otra parte, hay que desmitificar el preconcepto de que este tipo de seguros es caro y está dirigido a un sector socioeconómico alto de la sociedad. Hoy en día resulta una excusa. Los seguros de vida y de retiro no son caros, todo lo contrario. Cuando una familia depende de su salario, la vida de la persona como ente que genera ingresos, se hace justamente más necesario contar con estas coberturas. El titular de AVIRA comentó “Haciendo comparación con celulares, hay de todo para todos. Hay una oferta de productos que cubre casi todas las expectativas de todas las porciones de la sociedad argentina, lo mismo pasa con los seguros”.
Resulta evidente la clara necesidad de las familias de contar con protección y previsión. Asimismo, que los sistemas de seguridad social no terminan de cubrir todas las expectativas, quedando como resultado grandes sectores poblacionales que no están bien cubiertos.
En la argentina hay una oportunidad de cobertura que debería ser una fuente de crecimiento de esta actividad. Cuando se suma los autónomos, monotributistas, y demás segmentos no asalariados se arriba a una cantidad de más de 4 millones de personas, potenciales compradores de seguros de vida y retiro. El sistema estatal no termina de ofrecerles toda la cobertura necesaria.
En una encuesta permanente de hogares, resultó que la familia a partir del incremento del salario real ha derramado en esparcimiento, consumo y muy poco en seguros de vida. Este es un gran desafío de la industria.
Asumiendo que hay una economía estable. Chaufan destacó cuatro pilares para el desarrollo del sector. El primero, una buena oferta de compañías y productos; el segundo una distribución profesional y amplia. Los otros dos pilares son la conciencia aseguradora en la población y un fuerte incentivo de rentabilidad tanto en la gestión como fiscal. De otra manera, no existe desarrollo de esas actividades sin incentivo fiscal. Resulta clave incentivar; el seguro es un ahorro a largo plazo.
Actualmente, el mercado argentino en términos de productos tiene un desarrollo mayor que en términos de desarrollo de volumen. Más que vender habría que asesorar. Hoy en día hay más vendedores que asesores.
La actividad crece, pero todavía hay que enfatizar fuerzas en generar la necesidad y convencer al público. El gran desafío se centra en generar conciencia aseguradora en la gente.
Constanza Paulos