La crisis de crédito se agrava en Europa
Coface, el grupo francés líder en seguros de crédito y servicios financieros, anunció que la crisis de crédito se extiende en Europa, en medio de la crisis financiera. Ésta provoca una contracción brutal del crédito bancario, una caída de la confianza de los actores económicos y una baja de la actividad. Las calificaciones de Reino Unido e Irlanda, bajo vigilancia negativa desde junio y diciembre de 2007 respectivamente, bajan a A2. Mientras que la calificación de Islandia, bajo vigilancia negativa desde marzo 2007, baja de A1 a A3. Italia, Francia y Hong Kong pasan a estar bajo vigilancia negativa.
Coface confirma que una crisis global del crédito está en marcha desde el mes de enero de 2008 y debería ser de una importancia comparable a la crisis de crédito de 2001, pero inferior a las tres crisis anteriores (1973, 1982, 1991). Dado que:
– El índice Coface de incidentes de pago se ha incrementado un 36% en el periodo enero-septiembre 2008, respecto al mismo periodo de 2007.
– La propagación de la crisis por medio de la demanda es menor que en las crisis de crédito anteriores, gracias a la probable resistencia de los países emergentes.
– Pero el endurecimiento de las condiciones de crédito es más brutal, teniendo en cuenta el componente financiero muy específico de esta crisis.
La aseguradora también afirma que como en las anteriores crisis de crédito, ésta debería durar entre 18 meses y 2 años, porque aunque la economía mundial entre en una larga fase de atonía del crecimiento, las empresas se adaptarán.
Estas dos hipótesis (sobre la gravedad y la duración de la crisis de crédito) suponen que no asistiremos en los próximos meses al estallido de otras burbujas (dólar, China, burbujas de crédito sobre nuevos instrumentos financieros).
Como consecuencia de este aumento de los riesgos se provocó una serie de rebajas de calificaciones países, que empezó con la vigilancia negativa de la calificación A1 de Estados Unidos en abril de 2007, y que alcanza ahora el corazón de la zona Euro.
“El canal inicial de la crisis fue el sector inmobiliario que alcanza duramente a las empresas de los países donde las burbujas están estallando, como Reino Unido o Irlanda”, explica Yves Zlotowski, Chief Economist de Coface. “El agravamiento de la crisis financiera revela nuevos canales de transmisión. Contribuye particularmente a minar la confianza de los actores económicos. De esta manera, la crisis de crédito alcanza ahora la zona euro, afectando a Italia y Francia.”
Por otro lado, en el Reino Unido e Irlanda, la caída del sector inmobiliario ha sido la vía principal de propagación de la crisis y tiene un impacto cada vez mayor en el consumo de los hogares y el gasto de las empresas. En el Reino Unido el incremento de las quiebras ha sido notable (+14% en el primer semestre 2008). Mientras que en Irlanda, los impagos de las empresas han aumentado un 75% en el mismo período. Es así que la calificación A1 con vigilancia negativa de estos países es rebajada a A2.
Islandia, por su parte, se enfrenta a una quiebra de su sistema bancario, además de la desaceleración del mercado inmobiliario. La gravedad de la crisis ha hecho que Coface rebaje la calificación A1 bajo vigilancia negativa a A3.
Coface prevé dificultades cada vez más importantes para las empresas de estos 3 países.
En Italia el riesgo sobre las empresas se deteriora en un contexto de atonía del crecimiento, de incremento de los costos y de contracción del crédito. Su calificación A2 ha sido puesta bajo vigilancia negativa.
La calificación A1 de Francia está también bajo vigilancia negativa. La crisis de crédito ha alcanzado a este país. Coface constata un fuerte aumento del importe de los impagos de las empresas francesas (+75% a fines de septiembre de 2008 respecto del mismo período de 2007). “Los sectores del transporte, de la construcción y de la promoción inmobiliaria son los primeros alcanzados”, comenta Olivier Cazal, responsable del análisis de riesgos en Francia de Coface. “Este deterioro se explica por un acceso más difícil al crédito para las empresas y por la desaceleración de la actividad”.
Sin embargo, Coface mantiene su rol para amortiguar el impacto de la crisis sobre las empresas: manteniendo e incluso aumentando el volumen de créditos asegurados; indemnizando en caso de siniestro; y además jugando un papel de prevención, al evitar que las empresas trabajen con clientes que podrían incurrir en un impago. La principal causa de quiebra de una empresa es el impago de uno de sus clientes más importantes.