El seguro de quiebra de España es el más demandado tras la crisis portuguesa
El mercado inició el nuevo año poniendo a Portugal contra las cuerdas. El temor a que Lisboa fuera incapaz de hacer frente a los pagos de su deuda, elevó a máximos el coste de esta y disparó el perfil de riesgo del país. La expectativa de que el dominó de quiebras que inició Grecia, y continuó con Irlanda, alcanzara la península Ibérica, contagió pronto los peores presagios a España, que vio cómo el tipo de interés asociado a sus bonos alcanzaba cotas no vistas desde 2000. Los inversores aprovecharon la coyuntura para multiplicar las apuestas bajistas contra la marca España, en un volumen sin precedentes.
Los ataques se materializaron mediante los credit default swaps (CDS), una especie de seguros contra impagos, que suponen el paradigma de la ingeniería financiera. Este tipo de instrumentos cubren al inversor ante la posibilidad de quiebra de un valor, incluso si el comprador no posee dichos títulos. Es como contratar un seguro contra incendios para la casa del vecino. La paradoja, impensable en el mercado de seguros tradicional, hace que algunos de los que contratan los CDS sean los más interesados en ver caer el valor. Dadas las sombras de este tipo de operaciones la UE tiene pendiente regular el mercado de OTC, aunque sigue sin dar el paso.
Así, durante la semana del 3 al 7 de enero, los seguros contra impagos de la deuda española movieron más de 3.429 millones de dólares (unos 2.640 millones de euros). Es el mayor volumen de dinero movilizado durante dicho periodo en el mercado mundial de CDS, según DTCC (Depositary Trust & Clearing Corporation), la cámara de compensación y liquidación de EE UU, similar a la que aspira a crear Europa, que registra todos los movimientos del sector. El montante utilizado para asegurar los títulos soberanos de España superó incluso al dedicado a Italia, cuyos bonos lograron el primer puesto en volumen negociado durante la crisis griega. En la primera semana de 2011, sin embargo, la cifra total alrededor de estos últimos se situó en 2.302 millones de dólares (unos 1.772 millones de euros).
La atención que el mercado de los seguros financieros ha dedicado a España ha subido un 20%, si tenemos en cuenta que la media diaria negociada entre marzo y septiembre de 2010 rondaba los 575 millones de dólares, y durante la citada semana fue de 685,9 millones. Además, el número de operaciones de compra venta de este tipo de instrumentos financieros es ya el segundo del mundo, con 190 transacciones en una sola semana. Una cifra solo superada por los 198 contratos registrados sobre Bank of America.
Bélgica se dispara
El mercado de CDS ha experimentado más cambios con respecto al pasado ejercicio. Los seguros contra impago sobre Bélgica han pasado de situarse en el puesto número 31 de la lista, al undécimo, con una negociación que supera los 1.000 millones de dólares en la semana, frente a los 500 de media del pasado año. Por contra, y de forma paradójica, la contratación de impagos sobre los valores portugueses ha pasado de movilizar unos 350 millones diarios a 375 en toda una semana.
El temor del mercado se centra en los dos grandes bancos
El éxito de las subastas de deuda celebradas la semana pasada en algunos países periféricos europeos ayudaron a templar los mercados. La prueba es que el Ibex cerró con un alza del 8,62% en cinco sesiones. Pero la preocupación sigue latente, y ayer la situación de las Bolsas fue algo peor.
La tensión fue muy elevada en el mercado de los CDS, seguros contra un impago de deuda. Los del BBVA y Santander estuvieron entre los que más subieron en Europa. Se situaron en 299,75 y 289 puntos básicos. Son niveles próximos al récord de la jornada del pasado día 10, cuando el mercado otorgaba altas probabilidades a que Portugal requiera ayuda a la UE y al FMI.
Los últimos datos publicados por el Banco Internacional de Pagos (BIS) a junio pasado, revelan que la exposición de los bancos españoles a la deuda portuguesa ascendía a unos 60.688 millones de euros. No obstante, el grueso de esta cantidad, está centrada en deuda privada y no pública. «El inicio de año ha venido marcado por un aumento de los diferenciales tanto. Detrás de este movimiento vuelve a rondar la dificultad de cubrir las diferentes emisiones tanto públicas como privadas que hay que afrontar a lo largo del año. En el primer trimestre será necesario emitir entorno al 35% del total. Hay que dar muestras de confianza a la economía para que el dinero extranjero vuelva a invertir en el país», señala Ignacio Velasco, gestor de carteras de Dif-Bróker.
Francia es el segundo país con más deuda lusa, con una exposición total de 32.484 millones. El CDS del Commerzbank ha presentado también una destacada subida, hasta los 199,95 puntos básicos.
Fuente: Cinco Días