El CESVI continuó con su campaña para difudir la cultura antifraude en el 5to. Seminario Latinoamericano de Seguros y Reaseguros organizado por Mercado Asegurador
A modo de cierre del bloque matutino, Leonardo Andekian expuso en representación del CESVI, un informe sobre la evolución de las políticas antifraude en la región.
El año 2002 fue el del inicio del trabajo del CESVI en esta materia, momento en el cual la situación de las compañías de seguro ante el fraude era de una práctica indefensión. La mayor parte de ellas no contaba siquiera con un departamento de investigaciones, y las bases de datos con información acerca de los siniestros denunciados carecía de un orden que permitiera acceder a su contenido de forma práctica. En la descripción de Andekian, se asemejaban más a «bolsas de datos» que a bases propiamente dichas. La actividad antifraude no se encontraba sistematizada, y estaba compuesta de descubrimientos fortuitos, más que de una planificada búsqueda del delito.
La radiografía tomada en ese año por el flamante departamento, arrojó por resultado que más del 70% de los fraudes en los seguros estaban relacionados al «cambio de uso» vehicular, es decir, autos declarados como particulares que en realidad son remises. Para el CESVI, parte de la falla desde las compañías aseguradoras, era la falta de comunicación pública adecuada tendiente a la disuasión de la actividad fraudulenta.
El período 2003/04 marcó el inicio del trabajo con las instituciones, en las que se buscó colaborar directamente con los altos mandos, a través la organización de workshops y capacitaciones, y puestas en común acerca de la problemática, que ayudó a diseñar lo que actualmente se llama el «mapa del seguro». En éste se identifican los distintos pasos desde la emisión de las pólizas hasta la ocurrencia del siniestro, exponiendo claramente cuáles son los eslabones del proceso que deben reforzarse. También de este mapa se desprende que el fraude no sólo se comete con la connivencia de empleados deshonestos, sino que la cadena es mucho más extensa, y comprende también a testigos, abogados y desarmaderos, todo lo cual plantea nuevos problemas a la hora de encarar la prevención.
Al día de hoy existen 30 compañías aseguradoras interconectadas con el objetivo de combatir el fraude, y 24 departamentos especializados. Incluso el cargo específico de gerente comienza a verse en las primeras compañías, y algunas de éstas han puesto el área bajo supervisión directa de la alta dirección.
Las inversiones más importantes por otra parte, se están desarrollando en el ámbito de la tecnología y los procesos web, a través de la mejora de workflows y sistemas informáticos, que permiten una veloz obtención de datos acerca del siniestro en el momento en que ocurre. Estas herramientas hacen más eficientes los peritajes y la inclusión de datos en bases, que comienzan progresivamente a ser compartidas por las compañías. La versatilidad de los sistemas informáticos permiten además que no sólo los siniestros con vehículos puedan ser monitoreados en directo, sino que pueda aplicarse el mismo esquema a todas las ramas, como en el caso de los accidentes laborales, donde hasta las visitas médicas quedan registradas sin demoras. La contribución del CESVI en el ámbito informático fue el sistema Sofía, del cual se espera en breve que aparezca su nueva versión.
Recientemente y gracias al activismo que el CESVI llevó adelante durante estos años, varias instituciones públicas y de regulación comenzaron a involucrarse directamente con la prevención, como es el caso de la SSN, la DNRPA y la DNF. De la misma forma se está trabajando en la relación con el Poder Judicial, donde se espera entablar un diálogo enriquecedor con aquellos miembros que no están familiarizados con las cuestiones técnicas del fraude.
Entre las tareas que el CESVI lleva adelante en relación al fraude, están la generación de información estadística en conjunto con las aseguradoras, y el trabajo en el ámbito regional para lo cual se trabaja en el desarrollo de la cultura antifraude, apuntando a la prevención y a la detección. El pasado año se realizó el primer congreso en Chile, durante este año se trasladará a la Argentina, y se espera para el año que viene llevarlo a Uruguay. Además se organizan concursos de lucha contra el fraude que se desarrollan primero a nivel local, y luego competencias entre las distintas regiones.
La tendencia a futuro, es el intercambio de mejores prácticas entre las compañías para, como dice Andekian, mantenerse siempre un paso adelante de quienes están constantemente a la búsqueda de nuevos métodos delictivos.