CONTENEDORES. Ahora sí habrá seguro y control.
Nota del Diario La Nación:
Por Emiliano Galli
Ivetra vuelve al ruedo, esta vez, ajustando los perfiles borrosos que existen en el transporte de contenedores fuera del puerto.
Presumen que el lanzamiento del inminente TAP (transporte argentino protegido) será más prolijo que se presentación en sociedad, allá por principios de 2009, cuando comenzaron a cobrar US$ 14 más IVA por contenedor para financiar una playa de vacíos y de estacionamiento para 400 camiones, servicios para camioneros y despachantes, y para el ordenamiento del tránsito pesado y del ingreso a las terminales. Esta vez, el apoyo de la comunidad logística es amplio, gracias a una serie de alianzas que selaron.
En este caso, Ivetra viene trabajando hace dos años con la certificadora internacional Bureau Veritas, para dar respuesta a un vacío legal: la de un seguro de responsabilidad civil por daños que puedan suceder con el contender a partir de su operatoria en tránsito desde y hacia el puerto y/o los depósitos o fábricas.
Por otro lado, la iniciativa TAP viene a cumplir en los hechos con la Convención de Seguridad de los Contenedores (CSC), normativa internacional impulsada por Naciones Unidas y la Organización Marítima Internacional (OMI), que estipula una revisión cada 30 meses del estado de los contenedores con el fin de proteger a las personas que los manipulan. La Argentina nunca reglamentó la ley 21.967 que incorporó, en 1979, el CSC al marco legal. Por lo tanto, nadie controla a los equipos.
Para llevarlo adelante, Ivetra convocó a Bureau Veritas que realizará la inspección ocular de los equipos y cruzará la información con la base de datos mundial que tiene la firma, dueña del 60% del mercado de certificación y verificación de contenedores.
«No se detendrá ningún contenedor por mal estado. Pero se informará al respecto. Vamos a chequear que cada contenedor tenga la chapa identificatoria al día, y colocaremos una calcomanía que acredite la verificación», indicó Lucas Busso, de la calificadora.
En tanto, Ivetra contactó a tres compañías de seguro internacionales para armar la póliza flotante que dará lugar a los certificados de cobertura individuales, que se corresponderán con un número de TAP y uno del contenedor.
«Si hay un siniestro, el importador cobra por su mercadería, pero el seguro se da vuelta y le cobra al transportista. Y si éste tuviera que contratar un seguro que cubra hasta US$ 80.000 la mercadería transportada y hasta US$ 800.000 la responsabilidad civil, sería tan caro que quedaría fuera de mercado», afirmaron voceros de Ivetra.
El proceso
«Hay alrededor de 750.000 contenedores asegurables. Y como las terminales nos exigieron que el proceso no demore a los gates, el sistema tendrá un carácter administrativo», ampliaron.
En importación, junto con los documentos requeridos para liberar un contenedor del puerto, por cada gate pass se exigirá un certificado. Primero se deberá gestionar el certificado, luego la terminal asignará y hará coincidir el número de TAP con el del contenedor, y la vigencia del seguro comenzará con la fecha y hora de salida del contenedor de la terminal, por un período de 90 días.
Al cierre del día estará listo el certificado de cobertura, y se podrá consultar por Internet. Ivetra informará a las compañías de seguro -HSBC-La Buenos Aires, El Comercio y ACE- sobre qué TAP corresponde a qué contenedor y las empresas devolverán un certificado de cobertura que está enmarcado en una póliza flotante que acordada con las compañías.
«No les cerramos la puerta a otras empresas de seguros. Cuanto más haya, más transparencia. Pero deberán cumplir con los requisitos de la póliza», advirtieron.
Para el caso de exportación, y para respetar la forma de trabajo de las terminales, la cobertura arranca con el retiro del vacío y es a riesgo del sistema, ya que el certificado se entrega con toda la documentación al momento de la llegada del contenedor consolidado.
El costo del seguro ascenderá a 270 pesos. Y será condición contar con éste para retirar contenedores de las terminales, llenos y vacíos, de Buenos Aires y de Dock Sud.
Tanto la Cámara de Concesionarios de Terminales de Contenedores del Puerto de Buenos Aires, como el Centro de Navegación, y la Cámara de Importadores están al tanto de la iniciativa y la acompañan con matices: las terminales están de acuerdo siempre y cuando no demore su operatoria, los armadores «no se oponen» (ellos cumplen por su cuenta el CSC) y los importadores estarán en el día tras día, auditando el proceso. «Fue un pedido que hicimos para verificar que exista un seguro por cada contenedor», dijo Diego Pérez Santisteban.
El directivo aseguró que de esta manera comienzan «a participar más» de las decisiones y que tendrán argumentos para negociar, por ejemplo, cargos como el lavado de contenedores, «porque el seguro dirá que se entrega en las mismas condiciones en que se retiró».
En tanto, desde la Cámara de Exportadores se limitaron a asegurar: «No nos consultaron. No estamos informados».