España: La plantilla de las aseguradoras crece un 5% en 2010 a pesar de la crisis

La crisis golpea a todos los sectores pero algunos muestran más cintura a la hora de soportarla. Y en esta labor, las aseguradoras probablemente se llevan la palma. El gremio no solo no ha reducido su plantilla en estos años de adversidad económica, sino que el pasado año logró crear empleos netos. Hace unas semanas, la patronal aseguradora hizo público que sus socios cerraron 2010 con una plantilla de 50.212 trabajadores. Esta cifra representa un alza del 5% sobre los 47.779 empleos directos del ejercicio previo. Se trata, además, de la cota más alta jamás alcanzada.
Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, subrayó durante una intervención pública a mediados de noviembre la importancia de que se haya logrado crear puestos laborales. Y aprovechó para añadir que el gremio cosecha otros méritos como que «está cerrando años en positivo, estamos cumpliendo con nuestros clientes pese a la dureza de la crisis y de los mercados y, además, no hemos necesitado ni un solo céntimo de ayudas públicas».
Su panorama es bien distinto al de la banca. Las entidades han eliminado 13.277 empleos desde 2008, un 5% de su censo laboral. Además, han solicitado miles de millones en ayudas bajo la forma de préstamos, avales, esquemas de protección de activos o, más recientemente, inyecciones de capital. Casi todos estos apoyos han ido a parar a cajas.
El contraste es patente, pero en parte se justifica por la propia naturaleza del negocio. Mientras que los bancos dejan dinero y luego tienen que recuperarlo, las aseguradoras hacen lo contrario. Ellas cobran por adelantado la prima y materializan el servicio después (indemnización del siniestro o entrega de la prestación). Si el cliente no paga, se le retira la cobertura y desaparece el riesgo. El riesgo de liquidez es mínimo.
El seguro se diferencia de la banca en que él no es propietario exclusivo de su red de distribución. Por eso, no asume en solitario los posibles excesos de capacidad instalada. La banca canaliza su negocio a través de sus oficinas y call centers. Las aseguradoras disponen de estos canales, pero también recurren a agentes y corredores. ¿Está asumiendo, entonces, la mediación el coste social de la crisis?
Francisco Betés, presidente de IMAF, cree que «a pesar del contexto, la mediación mantiene el empleo». Un informe de su consultora desvela que «las corredurías pequeñas han disminuido sus resultados un 50% en los últimos años, mientras las medianas y grandes han tenido descensos en la línea del 10%». En su opinión, el seguro está sometido a un ciclo propio «donde la partida más importante es la siniestralidad y esta tiende a reducirse en la crisis al disminuir la exposición al riesgo».
En la misma línea Martín Navaz, presidente de Adecose, considera que «no se destruye empleo de manera significativa en la mediación». Los datos de la DGS muestras cómo, en 2007, se contabilizaban 16.548 empleados. Y en 2009 eran 15.997. Navaz afirma que «el descenso afecta sobre todo a los corredores personas físicas, mientras que los empleados de personas jurídicas se produce un aumento».
La EPA muestra que la actividad aseguradora da de comer a entre 130.000 y 140.00 personas en los últimos tres años de forma sostenida.

Fuente: Diario Cinco Días