El Superintendente de Servicios de Salud anunció una nueva resolución en materia de trazabilidad de medicamentos
En la tarde de ayer la Fundación del Sanatorio Güemes organizó una mesa de debate acerca de la actualidad de las Obras Sociales y las Prepagas respecto de las innovaciones en materia normativa que se han podido apreciar durante los últimos meses. La mesa coordinada por el Dr. Mario Lugones contó con la presencia calificada del Dr. Federico Tobar y con la disertación del Cdor. Ricardo Bellagio, Superintendente de Servicios de Salud.
Durante su exposición, el Superintendente ilustró la composición de los beneficiarios de los servicios de salud en nuestro país, donde el 66% de la población se encuentra en relación de dependencia, un 23% son jubilados y pensionados, y el resto del universo se reparte entre monotributistas y otras condiciones fiscales. Sin embargo lo llamativo de este reparto, es que mientras el 12% cuenta con certificados de discapacidad, sólo el 1% está efectivamente registrado como tal.
En un recorrido por la agenda de la Superintendencia, el Cdor. Bellagio se refirió en primer lugar al estado de la Opción de Cambio, la cual había experimentado hasta el año 2008 una escalada sin precedentes, para luego estabilizarse en 2009 con la introducción del requerimiento de la firma certificada en las peticiones de cambio. Dicha normativa fue expedida luego de salir a la luz una serie de casos fraudulentos de traspasos sin el consentimiento del beneficiario.
Respecto de la Ley de Medicina Prepaga, explicó el espíritu con que se realizó la definición de aquellos que quedarían comprendidos dentro de ella. Temiendo que no fuera lo suficientemente abarcativa, se decidió incluir a todos aquellos prestadores de servicios de tratamiento y prevención que reciban un pago de adhesión por ello, quedando sujetas tanto las empresas de medicina prepaga como las Obras Sociales bajo el Sistema Nacional de Seguro de Salud, y las cooperativas y mutualidades, lo cual tuvo como resultado el registro de 568 empresas dedicadas a estas actividades, a pesar de que muchas de ellas no tienen la infraestructura ni la capacidad para cubrir el mínimo de prestaciones estipuladas por el Plan Médico Obligatorio. El superintendente anunció además que en breve se reglamentará la definición de los llamados planes «superadores», aunque esto supuso la unificación de criterios y la eliminación de la distinción con los planes «complementarios», que serán tratados como equivalentes en la futura resolución. Dentro de esta, se dejará en claro que el período de carencia no aplicará a las prestaciones incluidas en el PMO. En cuanto a las preexistencias, también se realizará una clasificación formal entre temporales, crónicas y de alto costo y baja incidencia, donde las segundas contarán con resoluciones especiales para la definición de sus condiciones.
El aumento de las cuotas fue otro de los tópicos esperados de la charla, y en este punto se aclaró que su vigencia corre desde enero del presente año, y que para los casos de personas mayores de 65 años los aumentos por edad sólo están contemplados en el caso de la adquisición de un plan superior.
Finalmente se refirió al problema de la trazabilidad de los medicamentos, para lo cual se está trabajando en una serie de controles y normativas a implementarse en el corto plazo con el fin de terminar con el fraude en la industria de los medicamentos. A raíz de la resolución publicada en el Boletín Oficial del día de ayer 29 de marzo, todos los actores de la cadena de trazabilidad deberán reportar sus sistemas a la ANMAT, y en los próximos días la SSS publicará una resolución donde buscando evitar la falsificación de troqueles, se implementarán tres pasos de control: el sticker de inviolabilidad, el plan de trazabilidad, y la opinión del responsable del mismo, donde se constatará la correcta relación entre la necesidad del paciente y el medicamento asignado. Las opciones que podrán manejar los laboratorios para la confección de sus códigos serán el GS1 128, el GS1 Datamatrix, y el EPC/RFID.
Consultado por la receta electrónica, el Superintendente señaló que si bien la misma ya se encuentra implementada, la demora en su generalización se encuentra en las resistencias a su uso.
María Eugenia Druetta