MENU DE TARIFAS para autos: promociones 2013 a valores del 2001.
Es evidente para aquel que observe a su alrededor que el costo de vida aumenta año tras año, mes a mes y día a día, mas allá de la óptica política con que se mire, es un hecho . Los seguros no deberían ser ajenos a esta situación pero por alguna razón parecen estarlo.
El mercado asegurador no se actualiza sobre este punto, el ente regulador no controla, los asegurados desconocen y nadie (salvo seguros al día) habla sobre el asunto.
Solo un ejemplo es suficiente para abordar la temática:
“En el año 2001 el costo de prima para un seguro automotor era valor promedio $450.- y el de una cochera para guardarlo, valor promedio $250.- Hoy la prima promedio para un seguro automotor similar tiene un valor promedio $500.- pero el de una cochera para el mismo cuesta $1000.-“, porque esta evolución de tarifas desigual?
Por otro lado tenemos a aseguradoras que con el objetivo de ganar mercado salen a ofrecer coberturas cuyos costos son primas evidentemente insuficientes, logran su cometido; los asegurados ante la falta de información deciden en función al bolsillo, no se cuestionan quien les pagara el siniestro ni mucho menos si realmente su patrimonio se encuentra resguardado. Esta composición de situación arroja resultados negativos por cuanto perjudica a sus competidoras, da un beneficio “ficticio” al asegurado y desbasta al mercado en su totalidad. Esto ocurre por la falta de control, es claro.
Es importante destacar que la prima debe ser suficiente, porque la prima insuficiente que existe cuando el valor actual de los costes futuros es superior a los ingresos perjudica a todos.
Hoy las tarifas se van obteniendo en base a estadísticas generales teniendo en cuenta criterios como la zona de residencia, sexo, edad y estado civil del conductor, frecuencia de uso, kilómetros recorridos, como también características del vehículo tipo, año, modelo, etc. Esto sucede gracias a que las compañías cuentan con información que permite concluir que tener menos edad es un agravante para la producción de siniestros, que la cantidad de kilómetros a recorrer genera mayor exposición al riesgo, etc. Ergo no se tiene presente al momento de la suscripción los valores del punto de incapacidad para los distintos departamentos judiciales, dato no menor ya que pareciera ser que un latigazo cervical en camino negro vale más que en colectora panamericana, será porque el paisaje es más agradable a la vista?
Quizás el avance de la tecnología aporte herramientas para abandonar estadísticas generales y pasar a las particulares, los asegurados dejarían de ser un “extra” en la película para tomar el rol de protagonista. En las estadísticas generales se tiene en cuenta el comportamiento de miles de asegurados para establecer una tarifa particular de un conductor concreto, de tal manera que con los datos de muchos se confecciona el precio de una persona.
Utilizando un sistema personalizado se tendría que dar la situación que dos asegurados en similares condiciones pagaran lo mismo, si su comportamiento al volante es el mismo, ya que cada persona tiene un factor de riesgo independiente del resto y su forma de manejo debería determinar el valor de su seguro porque al fin de cuentas forma parte del riesgo a asegurar.
Es un desarrollo y evolución que se debe hacer en conjunto: todas las compañías y el ente regulador, en donde se priorice la figura del asegurado para resguardarlo, informarlo, brindarle un servicio e incentivarlo a que su diligencia al conducir sea cada día más prudente, generando conciencia vial y aseguradora; entendiendo que la misma no era será en vano ya que se le certifica que la prima que abona resguarda su patrimonio.
MA!
mariel.adaro@segurosaldia.com
@madarok
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