Sistema de Salud en Crisis
Las viejas promesas de cambio que provenían de la mano de la reforma legislativa hoy confirman que se han transformado en una falacia puesto que la nueva legislación no aporto una solución más “justa” y equitativa para los trabajadores y tampoco para las empresas.
Si bien la legislación vigente tiene como fin último perseguido la recuperación y reinserción del trabajador al sistema laboral priorizando su salud por sobre la indemnización, ocurre que para los casos en donde la posibilidad de rehabilitación alcanza su punto máximo conforme a la lesión sufrida; el importe a indemnizar basado en el porcentaje de incapacidad determinado por los galenos en las diferentes instancias obligatorias, continua resultando insuficiente al compararlo con las diferentes aristas a contemplar al momento de conformar el importe indemnizatorio pretendido.
Por otro lado sabido es que los costos deben sostener la calidad del sistema en funcionamiento sin afectar las prestaciones médicas pero la competitividad del mercado junto con la concentración del mismo contribuye a que las alícuotas disminuyan para ganar clientes a pesar de que esta maniobra comercial perjudique y haga peligrar la solvencia del negocio.
¿Por qué hablamos de sistemas de salud y no solo de ART? básicamente porque son las diferentes caras de una misma moneda. Actualmente las empresas de medicinas prepagas incursionaron en el negocio de las ART y también las aseguradoras incursionaron en el negocio de las prepagas. Esta mezcla de actores podría resultar muy positiva para el trabajador, siempre y cuando la sinergia establecida se direccione a facilitar el acceso a la salud de los mismos así como también a unificar a modo de beneficio, claro está, el servicio de medicina prepaga en conjunto con la ART.
Siendo la segunda una obligación del empleador impuesta por ley y la primera un beneficio para el trabajador. Claramente el sistema de salud prepaga se proliferó a consecuencia de que el sistema de salud estatal es inexistente, pero ante el colapso del sistema privado creemos que si el ciudadano común conociera la existencia de los Seguros de Salud – alcances y límites de sus coberturas- la vida útil de las prepagas comenzaría su fin.
Actualmente el tiempo de espera para obtener un turno con un médico especialista es el mismo para ambos sistemas. En un hospital público hay un plazo de un mes para asignarlos en consultorios externos y en una prepaga? (Haga la prueba). Desde aquí parte la queja recurrente de los galenos de que los pacientes pasan por guardias cuestiones que no se contemplan en emergencias.
¿Cuáles son las razones principales por la que una persona decide optar por el sistema privado de salud y no el público?
1.- inmediatez en la atención
2.- calidad de servicio y profesionales ante una enfermedad o tratamiento considerado grave
El punto 1 por lo expuesto no se considera. El punto 2 se solucionaría con la contratación de una póliza de seguros de salud, el asegurado se “asegura” de que para el infortunio de que una grave enfermedad lo encuentre podrá obtener calidad de servicio y profesionales de nivel que su póliza cubrirá; todo esto por supuesto si es que las aseguradoras se deciden a hacer conocido masivamente el producto, obvio.
MA!@madarok
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