ACCIDENTES VIALES EN LA SINIESTRALIDAD LABORAL

En la mesa de trabajo que se llevó a cabo en el ámbito de la semana argentina de la seguridad y la salud, resulta sumamente interesante la reunión de los distintos actores del sistema que lograron trabajar en conjunto con la idea de mejorar la problemática existente respecto de los accidentes de tránsito y laborales, tales como la agencia de seguridad vial, la dirección de hospitales con la fundación Trauma, el Superintendente de Riesgos del Trabajo, y representantes del sindicato de motoqueros. Todos ellos destacaron la importancia de la problemática de los accidentes viales y los altos costos que representan para el país, sobre todo en lo relativo a la atención de los lesionados en hospitales públicos. Desde el lado que se aborde la problemática siempre hay temas para mejorar y es importante ver cómo la capacitación y concientización de la gente influye en la baja de la siniestralidad.

Es así que resulta conveniente comenzar explicando que se entiende por accidente de tránsito, todo aquél en el cual se encuentre involucrado un vehículo (en el sentido amplio) o que la forma de ocurrencia sea choque con vehículos o atropellamiento por un vehículo. Por accidente de trabajo, se entiende todo acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en ocasión del trabajo o en el traslado hacia o desde el trabajo (in itinere).

Haciendo un poco de números podemos ver la relevancia que adquiere la cuestión:

Hasta el año 2014, existían 9 millones de trabajadores cubiertos por el sistema de riesgos del trabajo. Para la confección de las estadísticas se toman los accidentes sufridos por trabajadores cubiertos en el trabajo o en el trayecto hacia o del trabajo.

En el año 2009 el 12% de los accidentes ocurridos eran accidentes de tránsito, ese número pasó a 17% en el año 2014.

Desde el año 2009 a 2014, cada 1000 trabajadores cubiertos, los accidentes por causas no laborales bajaron de un 74% a un 64%, en cambio los accidentes de tránsito subieron del 9 al 11%. En los casos de muertes, los accidentes no laborales bajaron de un 104% a un 84% y los accidentes de tránsito bajaron también de un 53 a un 46%.

Del total de accidentes de tránsito, el 79% son protagonizados por hombres (edad promedio 34,7 años) y el 21% son mujeres (edad promedio 36,4 años).

En mujeres el 85% de los accidentes de tránsito son in itinere (trayecto de casa al trabajo), en hombres el 59% son in itinere y el 41% en ocasión del trabajo.

El 31% del total de accidentes son motos, el 30% son autos, el 16%  camiones y camionetas y el 10% colectivos.

Impacto de los accidentes en el sistema de riesgos del trabajo: ocupan el 17% de los accidentes laborales y el 56% de las muertes. El 95% de los accidentes producen días de baja laboral. Ocasionan en promedio 3 días más de baja laboral que el resto de los accidentes. La suma de días ausentes en el trabajo alcanza el 17% del total de días de baja laboral. El 9% dejan secuelas incapacitantes.

Pablo Rojas Díaz, representante de la Agencia de Seguridad Vial, la cual se creó en el año 2008, con el objetivo de salvar vidas, indica que al día de hoy se transformó en un objetivo de reducir la cantidad de lesionados, y tomar a la seguridad vial como un concepto amplio, abarcando incluso una noción de confort (llegar bien al trabajo en todos los aspectos).

Existen en nuestro sistema distintas problemáticas, cuyo perfil más complicado lo constituye el hecho de estar relacionado con la normalidad, es decir, para nuestra sociedad, muchas actitudes en la calles resultan totalmente normales cuando en realidad no deberían serlo. Por ejemplo el tema de las motos, con el exceso de ocupantes muchos de ellos sin casco, el transporte de peones de trabajo arriba de las cargas de camiones y camionetas, sin ningún tipo de seguridad, entre otras.  A ello se suma que el costo de la moto es extremadamente accesible y muchas veces es el único medio de moverse.

Algunas estadísticas que demuestran un aspecto no demasiado positivo.

El uso del cinturón de seguridad pasó de un 33,3% en el año 2011 a un 45,1% en el año 2014 (1 de cada 2 personas utiliza el cinturón de seguridad). El uso de retención infantil pasó de 26,2% en 2011 a 44,9% en 2014. El uso de casco se elevó de un 39,4% en el año 2011 a un 61,5% en el año 2014.

Si bien todos los índices muestran un aumento en el uso de los sistemas de seguridad vehicular, lo cierto es que si lo comparamos con otros países, resultan índices muy bajos hasta el punto de ser inaceptables.

La tasa de mortalidad es mayor en conductores de motos en el rango de 15 a 24 años y en conductores de autos más de 65 años. Si bien los menores de 15 años no están habilitados para conducir motos, la realidad de nuestro país indica que muchos conductores de moto son menores y no cuentan con registro habilitante.

La participación de motos en accidentes creció un 16% entre 2013 y 2014, acumulando para el período 2008-2014 un incremento del 234%. Si bien el parque de motos en 2014 creció un 9% respecto del año anterior acumulando un crecimiento del 138% en ese mismo período.

Con el objetivo de mejorar este flagelo existente en nuestra sociedad, los distintos actores se encuentran trabajando en la confección de políticas públicas integrales de seguridad vial, tales como diseño urbano e infraestructura, fiscalización y control, observatorio vial y políticas institucionales, plan de desarrollo urbano, plan de seguridad, plan de sustentabilidad (salud y ecología).

Tengamos en cuenta que el trauma definido como una enfermedad endémica, un daño corporal que resulta de la exposición a varios formas de energía en una magnitud que supera el umbral de tolerancia fisiológica o ausencia de elementos esenciales para la vida, es una de las mayores causas de incapacitación y mortalidad. El impacto de la enfermedad trauma es enorme, y trae aparejado dos costos primordiales uno directo constituido por la atención del paciente y uno indirecto como la pérdida de productividad laboral, el costo social y la discapacidad.

Dra. Gabriela Melina Alvarez

Gabriela.alvarez@segurosaldia.com