Encuesta Expectativa de Ejecutivos: inversiones, competitividad, impuestos, tecnología y muchos temas más que deberá tener en cuenta nuestro próximo presidente

                  La empresa D´Alessio IROL dedicada a la investigación de mercado y asesoramiento en estrategia, comunicación y marketing presentó en el 51º Coloquio Anual de IDEA los resultados de la medición de Octubre 2015 de la encuesta Expectativa de Ejecutivos.

                  Los 178 encuestados que desempeñan cargos ejecutivos y son socios de IDEA, prevén para el próximo año un crecimiento de las ventas, las exportaciones y la inversión, con mantenimiento del nivel de empleo. En este sentido, solamente el 24% de los encuestados sostienen una tendencia negativa para el primer semestre de 2016 mientras que el 76% restante augura un mejoramiento económico o el mantenimiento de la situación actual que se logrará mediante la diversificación de productos, las alianzas estratégicas, los procesos de reingeniería y la adopción de nuevas tecnologías. A pesar de los factores positivos de crecimiento previstos por los empresarios, consideran que la rentabilidad continuará en declive, aunque en forma más moderada que en los semestres anteriores.

                Los ejecutivos consultados también señalaron que para lograr promocionar las inversiones es necesaria la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas del juego y una reforma impositiva. Como principales desafíos se encuentran los salarios y la retención de talentos además de indicar la importancia continua y creciente en el factor tecnológico. En cuanto al nivel de inversión promedio estimado para 2016, la cifra alcanza un 11% y se mantiene estable comparada con años anteriores (2015: 10%; 2014: 11%; 2013: 12%; 2012: 10%; 2011: 12%; 2010: 13%).

                  En cuanto a las inversiones necesarias para que Argentina sea más productiva en 2016, los empresarios señalaron aquellas orientadas hacia la infraestructura como electricidad, rutas y caminos, energía, gas, ferrocarril, puertos, etc. Sobre el grado de competitividad de la empresa a nivel internacional sólo el 16% manifestó que su nivel es alto, mientras que un 33% declara que depende del tipo de cambio y un 31% señaló que es baja.

                  Para finalizar, se consultó sobre la aplicación del Buen Gobierno Corporativo, que se define en general como la obligación de mantener el equilibrio entre los objetivos económicos, sociales, individuales y comunitarios de una empresa, es vista como un factor fundamental de competitividad para las empresas.

                  Los empresarios son los ojos, los oídos y las manos de la economía. El próximo presidente deberá escucharlos, incluirlos en la agenda pública y propiciar un diálogo que contribuya al desarrollo productivo y competitivo de las empresas.

Lic. Laura De Robertis

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