SOLVENCIA, CAPITALES MÍNIMOS Y NUEVAS ASEGURADORAS: LA PREOCUPACIÓN DE ADEAA
La cuestión de la solvencia de las aseguradoras y el capital mínimo requerido para su funcionamiento son temas que generan constante discusión en el mercado. Solvencia 0, Solvencia I y Solvencia II, son los modelos a seguir, pero a la hora de aplicarlas en el mercado local lo cierto es que no resulta tan sencillo. Habrá que ver ahora con la derogación de la obligatoriedad que estipulaba el inciso k, si podremos acercarnos un poco más a la idea de Solvencia II, que muchos países ya han adoptado.
Una aseguradora es técnicamente solvente cuando sus activos exceden a los pasivos, todo apunta a determinar la capacidad de una aseguradora de hacer frente al pago oportuno de sus obligaciones. Para ello necesita contar con una liquidez permanente, adecuadas reservas para posibles pérdidas y tasas apropiadas para las primas de seguros. A esta definición de solvencia, se le debe agregar un factor adicional que es el requisito legal por el cual las aseguradoras deben mantener un determinado nivel de valor neto. Los contratos de seguros, como tales, tienen necesidades específicas de capital, como proveedores de productos financieros a los consumidores, productos que implican posibles pagos en un futuro incierto. La verificación de la solvencia es una responsabilidad básica de una supervisión realizada con prudencia, ya que un seguro que no ofrece seguridad, no es un seguro. Contar con un capital solvente, implica realizar dentro de la aseguradora diferentes reservas, ya sea para el pago de siniestros, las fluctuaciones de activos y pasivos, la previsión por la errónea suscripción de un riesgo, entre otras.
Sin embargo, los requisitos mínimos de valor neto pueden llegar a ser terriblemente inadecuados conforme crecen las aseguradoras. Cuanto mayor sea el número de pólizas suscriptas mayor será también la necesidad de capital para respaldar el negocio. En definitiva, esa reserva debería estar en proporción a la cantidad de pólizas emitidas.
Atento a ello y ya haciendo referencia al mercado local puntualmente, debido a la gran preocupación que el tema de capitales mínimos y apertura de nuevas aseguradoras genera a nivel local, donde se considera que nuestro mercado está hartamente poblado de aseguradoras para lo que su tamaño es en la realidad, hace sólo escasos días representantes de la Asociación de Aseguradores Argentinos, encabezada por el Dr. Aldo Alvarez, presentó a las nuevas autoridades de la Superintendencia de Seguros de la Nación un comunicado indicando su postura respecto de estos temas, que en sus partes más sobresalientes sostiene:
– Que la exigencia de un capital mínimo nominal no debería operar como limitante a la actividad de entidades que vienen desarrollando su quehacer en el mercado desde hace muchos años y para las cuales la exigencia de capital mínimo debe estar acorde con el volumen y calidad del negocio que gestionan.
– El mantenimiento de un capital mínimo operativo resultado de la aplicación del procedimiento denominado Margen de Solvencia, aparece como el adecuado para garantizar recursos adicionales por sobre las reservas técnicas y de siniestros pendientes, perfectamente relacionado con el volumen del negocio operado.
– Recalcan su postura de respetar el sistema de solvencia del sector, basado en un capital nominal por ramos, el que se ajustará por el Margen de Solvencia, en función del volumen del negocio y de sus resultados.
– Destacan la necesidad de mantener un régimen diferenciado para las empresas que inicien operaciones a lo que debe agregarse una mirada que contemple las reales necesidades del mercado y la evaluación seria de los planes de negocio presentados, vigilando que no se trate de una copia de los planes de otras aseguradoras, cuidando en todo momento no afectar la estabilidad de los operadores existentes.
– Sugieren duplicar los capitales mínimos a Junio de 2016, manteniendo la duplicación para los operadores que se inician (100%).
– La autorización de una aseguradora para operar debería ser excepcional, habida cuenta de la cantidad de operadores con que cuenta el mercado y la necesidad de conservar la estabilidad de sus carteras, las que se podrían verse afectadas por la aparición de actores dedicados al “descreme” de negocios maduros vía tarifas.
En estos momentos, estamos a la espera de la respuesta del órgano de contralor a las propuestas realizadas por la entidad, respuestas que deberían estar llegando en los próximos días, marcando al menos una dirección a seguir por parte del órgano de contralor. ADEAA se animó a comunicar lo que todo el mercado piensa, pero pocos se atreven a plantear.
Dra. Gabriela Melina Alvarez
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