CESVI: Relevamiento: Estado de las rutas a la Costa Atlántica
RELEVAMIENTO DE RUTAS A LA COSTA
En el comienzo de la temporada de vacaciones, CESVI salió a analizar las principales rutas a la Costa Atlántica, para identificar los puntos más críticos y también evaluar las obras de mejoras que se están realizando.
La crisis económica sumada a la alta cotización del dólar hará que muchos argentinos dejen de viajar al exterior y veraneen en la Argentina. Por ello se espera un aluvión de turistas en los tres meses de verano sobre las diferentes opciones de playa, con una circulación de 3.000.000 de vehículos durante la temporada.
Antes de que la invasión turística llegue al Corredor Vial del Atlántico (1.000 kilómetros que conectan todas las playas) un equipo de CESVI ARGENTINA salió a relevar, a bordo de un Chevrolet Cruize, las rutas que unen la Ciudad de Buenos Aires con Pinamar. Además, transitamos el trayecto desde esa localidad hasta San Clemente del Tuyú, recorriendo todos los balnearios que componen el Partido de la Costa, y luego desde allí a General Conesa, una zona de gran concentración de siniestros.
En el relevamiento detectamos diferentes situaciones que ameritan la atención para disfrutar del viaje y no correr riesgos innecesarios. Los describimos a continuación:
BUENOS AIRES-PINAMAR
EN CONDICIONES. El concesionario vial está en plena puesta a punto de la Autovía 2 para recibir la mayor afluencia de tránsito por las vacaciones de verano. Por ello están realizando tareas de bacheo y repavimentación, desde Hudson, kilómetro 40, hasta el kilómetro 57.
ACEPTABLE. El estado general de la Autovía 2 es de regular a bueno. Presenta zonas emparchadas y ahuelladas sobre el carril derecho que la hacen complicadas en condiciones climáticas adversas. Por otra parte, encontramos algunos lugares donde la señalización sobre la calzada se encuentra desgastada.
FIGURITA REPETIDA. Una constante a lo largo de esta ruta son los cruces a nivel, los retomes y los ingresos a campos con los riesgos que esto implica para que se produzcan choques por alcance, que suelen ser de los más severos.
SIN PEDIR PERMISO. La Autovía 2 ingresa en la ciudad de Lezama invadiendo una zona muy transitada, con edificios públicos, escuelas, comercios, cruces peatonales y mucho más. Es importante manejar con prudencia porque los riesgos aparecen en cualquier esquina.
ALERTA, ÁREA DE SERVICIOS. A la altura de Chascomús se ubica una estación de servicio en el centro de la Autovía y un parador ícono de la ruta 2. Los autos que salen de allí, a baja velocidad, pueden encontrarse de golpe con aquellos que vienen circulando por el carril rápido.
UN GIRO INESPERADO. Hay que tener mucha precaución al tomar la segunda rotonda que aparece sobre la Ruta Provincial 63. Tiene un radio de giro muy pronunciado y se angosta mucho sobre el carril que debemos ingresar. Resulta complicada de noche porque, además, esa zona no está iluminada.
LIBRE DE HUMO. En el kilómetro 210 aparece la salida a Dolores. Luego de la subida que conduce hasta allí inmediatamente surge una zona de parrillas a ambos lados y la velocidad máxima es de 40 km/h. Si bien cada carril tiene su colectora para poder circular más lentamente y seleccionar dónde comer, hay que mantenerse alerta ya que muchos conductores suelen distraerse.
CERCA DEL PELIGRO. Ni bien se cruza el paso a nivel en Dolores, los puestos de productos regionales y pesca prácticamente invaden peligrosamente la colectora.
EN OBRA. De General Conesa a General Madariaga (62 kilómetros sobre la Ruta Provincial 56) se está construyendo la segunda calzada, con lo cual allí se encuentran camiones, máquinas viales y hombres trabajando. Además, debido a estas circunstancias se registran demoras porque hay zonas de circulación reducidas. Estas obras continuarán durante el verano ya que la finalización está prevista para diciembre de 2019.
PINAMAR-MAR DE AJÓ-GENERAL CONESA
IRREGULAR. Los primeros 45 kilómetros alternan asfalto en buen estado con zonas desparejas y emparchadas. La configuración es de un carril por mano y hay accesos a countries y barrios privados que se inaugurando en los últimos años.
EN CONSTRUCCIÓN. Entre Mar de Ajó y San Clemente del Tuyú se está construyendo la segunda calzada, que logrará descomprimir mucho el tránsito en un sector de la ruta con ingresos y egresos a nueve ciudades balnearias: Mar de Ajó, San Bernardo, La Lucila del Mar, Aguas Verdes, Costa del Este, Mar del Tuyú, Santa Teresita, Las Toninas, San Clemente del Tuyú.
Allí se debe extremar la atención y respetar la velocidad máxima de 80 km/h. Por eso también se recomienda tener paciencia y llegar bien descansados. Hay que tener en cuenta varias cuestiones. Se producirán demoras en el tránsito, circulan maquinarias viales y hay hombres trabajando. Además, se presenta polvo en suspensión que dificulta la visibilidad de los conductores.
SOLUCIÓN A LA VISTA. De San Clemente a General Conesa (ya en el camino de regreso a Buenos Aires) detectamos las tareas de construcción de la segunda vía en un tramo de 58 kilómetros. Esta obra resulta muy importante porque se está realizando en el denominado tramo de la muerte ya que allí se registraron numerosos siniestros con víctimas fatales.
DOBLE CARRIL
La construcción de la segunda calzada en el tramo que va de General Conesa a Mar de Ajó y en toda la ruta 56 ayudará a disminuir la tasa de siniestros que se registran. Además, terminará con las demoras que se producen en los recambios de verano.
La finalización de la obra está prevista para diciembre de 2019. Durante la temporada estival, el trabajo se reduce en los fines de semana, cambios de quincena y momentos de alto flujo de tránsito.
RECOMENDACIONES
- Mantené una distancia de seguimiento prudencial.
- Pará cada 200 kilómetros o 2 horas para evitar fatiga, cansancio o somnolencia al volante.
- Respetá las velocidades máximas sugeridas.
- Evitá, en lo posible, conducir de noche ya que en esa condición se multiplican los riesgos.
- Utilizá siempre las luces bajas en la ruta.
- Realizá sobrepasos solo en las zonas permitidas.
- No uses la banquina como vía de tránsito.
La seguridad no se toma vacaciones
Ing. Gustavo Brambati
Sub Gerente de Seguridad Vial
La llegada del verano y los recientes siniestros con ómnibus de pasajeros encienden una alerta sobre la que debemos reflexionar si queremos que no se paguen las peores consecuencias por estos hechos.
El error de conducción es la primera causa de muchos de estos siniestros y la pregunta que nos hacemos desde CESVI es si es posible aprender de los hechos ocurridos y aportar algunas recomendaciones que eviten vaticinar un verano trágico.
Lógicamente el respeto por las horas de conducción y descanso en un valor fundamental para garantizar un estado óptimo por parte del conductor, la lectura del tacógrafo y el control de alcoholemia por parte de la CNRT, o la policía de ruta, para saber cuántas horas ha afrontado de conducción continua es una cuestión que no podemos dejar librada al azar.
El control de la velocidad bajo todos los formatos posibles, tacógrafo, GPS o radar tienen que hacerse efectivas en todas las rutas y recorridos. Y, por último, las nuevas tecnologías que se han introducido en el mercado en los últimos años que serían de una gran utilidad ya que tienden a corregir o minimizar los errores del conductor de forma autónoma como es el check alcoholimétrico antes de arrancar la unidad o los controles de estabilidad, de carril, frenado automático, entre otros.
Los tiempos cambian y es importante que la tecnología acompañe estos cambios para achicar la brecha entre lo que se debería hacer y lo que se hace antes que se paguen las consecuencias.
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