El mercado de los seguros de salud tiembla ante el desembarco de Google. EL CRONISTA
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La cuarta compañía más grande del mundo por valor de mercado se asoció con la reaseguradora Swiss Re para sacar provecho de sus motores de búsqueda y del big data. Promete pólizas mejor adaptadas a consumidores
El mercado de los seguros de salud tiembla ante el desembarco de Google
MARTÍN BURBRIDGE
Correr con el caballo del comisario» es una de esas típicas expresiones que sirven para recordar el origen rural de la Argentina y que hace referencia a las «carreras cuadreras», donde siempre había un ejemplar que no podía perder por ser el favorito de la autoridad local. Para la reaseguradora Swiss Re, el «caballo del comisario» tiene nombre: Google, la cuarta empresa más grande del mundo por valor de mercado y con quien se asoció para ofrecer seguros de salud.
Para el resto de las empresas del sector, la llegada de Google es una amenaza temible por su poder financiero, pero sobre todo por su dominio del big data y de los motores de búsqueda, un ámbito en el que la compañía con sede en Mountain View, California, es líder mundial.
Alphabet, el grupo que alberga a Google entre otras empresas, también dispone de una división dedicada a los proyectos en materia de salud, Verily Life Sciences, que acaba de crear una filial orientada a los seguros médicos, Coefficient Insurance, la cual será reasegurada por el gigante Swiss Re.
De acuerdo con lo informado, el objetivo en una primera etapa será ofrecer coberturas de seguros de salud a las empresas de Estados Unidos, bajo la modalidad de «stop loss». Esto significa que las compañías aseguradas se comprometen a pagar a sus empleados hasta un determinado monto en gastos médicos. Pero si estos gastos superan dicho monto, la compañía de seguros cubre el resto.
El arma secreta que viene a ofrecer Google con su manejo del big data le permite ubicarse en un lugar de privilegio para recolectar toda la información médica de las personas, para luego calcular el monto de cada póliza. Y así poder ofrecer el seguro más competitivo en precio, porque es la que mejor puede calcular la probabilidad de siniestralidad al cruzar todos los datos en la web.
El gran mercado al que apunta la nueva división de seguros de Google es muy atractivo: el de los seguros médicos que brindan las compañías estadounidenses a sus empleados, un activo muy valioso en el mercado corporativo de Estados Unidos. De hecho, los costos en este sector no paran de crecer desde hace una década. El sistema de salud estadounidense es el más costoso de todos los países desarrollados, a tal punto que el país destina un 17% de su PBI para sostenerlo.
«Desde hace varios años, los empleadores enfrentan costos crecientes e impredecibles en materia de salud. Coefficient apunta a reducir la incertidumbre en este campo y brindar las mejores herramientas para controlar los costos para los empleados autofinanciados», explicó Andy Conrad, CEO de Verily.
PROA A LA OPTIMIZACIÓN
El mensaje no puede ser más claro: Google viene a ofrecer una optimización de costos a las compañías que contraten sus seguros médicos, apoyados en el prestigio y experiencia de Swiss Re en ese campo, combinado con las herramientas del big data.
Hasta ahora, las aseguradoras del sector ofrecían descuentos y promociones a sus clientes a cambio de información de sus empleados, con el objetivo de minimizar los riesgos. Un aspecto en el que Google se presenta como el «caballo del comisario».
Pero como si esto fuera poco, la empresa acaba de adquirir Fitbit, líder mundial en el mercado de los relojes inteligentes, un accesorio que recolecta datos personales en tiempo real como ritmo cardíaco o la temperatura corporal, entre otras herramientas, y que sería ofrecido a las compañías que contraten las pólizas de Coefficient para llevar un control permanente de sus asegurados.
«Una empresa como Fitbit tiene acceso a la información de millones de usuarios, por lo que puede calcular perfiles y promedios muy precisos. Si una persona presenta un desvío estadístico negativo para su edad, esto podría eventualmente influir en el precio de su póliza o hacer que se le pidan estudios médicos complementarios», anticipó el analista Tobias Mettler.
Quienes critican la llegada de Google, ponen el foco en el dilema ético por el uso masivo de objetos conectados para recolectar datos privados relacionados con la salud. Que podrían no terminar en manos de un médico, sino de un ejecutivo que busca minimizar los costos.
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