Las ART, base aseguradora para la equidad social
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Tener red significa estar seguro de que, si una contingencia ocurre a pesar de las prevenciones implementadas, las personas recibirán la asistencia acorde a sus necesidades. Este es el espíritu y la misión con que fue creado el Sistema de Riesgos del Trabajo (ART), que cumple 25 años de servicios y atención a los más de 9,6 millones de trabajadores y un millón de empleadores afiliados en todo el país.
El sistema, a través de la ley 24.557, tiene como objetivo el cuidado y la mejora de las condiciones de la salud y seguridad ocupacional y la atención de los accidentes laborales y enfermedades profesionales, de manera inmediata e integral.
Su base fundacional se apoya en cuatro valores: base aseguradora que permite un fondeo solidario pero con internalización de los costos generados, equidad de sus prestaciones, el carácter integral y federal de su cobertura y responsabilidades repartidas entre empleadores, trabajadores, ART y el Estado.
El Sistema se sustenta en la lógica aseguradora, de base solidaria con internalización de costos: todas las empresas pagan una alícuota por sobre la masa salarial, pero dicha alícuota no es la misma para todos, gravita en su determinación el riesgo individual generado de la actividad que desarrollan, no pagan lo mismo aquellos empleadores que cumplen con las normas y trabajan en prevención, que los que no lo hacen.
Es un sistema equitativo para todos los trabajadores, independiente de su salario: todos reciben, a igual contingencia, las mismas prestaciones y el mejor servicio, regulado y fiscalizado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Esta equidad, y la cobertura integral, inmediata y de calidad explica el carácter aspiracional que se ha ganado el Sistema: el trabajador que no cuenta con una ART, anhela esta red de seguridad social laboral.
El Sistema se sustenta en la lógica aseguradora, de base solidaria con internalización de costos: todas las empresas pagan una alícuota por sobre la masa salarial, pero dicha alícuota no es la misma para todos, gravita en su determinación el riesgo individual generado de la actividad que desarrollan, no pagan lo mismo aquellos empleadores que cumplen con las normas y trabajan en prevención, que los que no lo hacen.
Es un sistema equitativo para todos los trabajadores, independiente de su salario: todos reciben, a igual contingencia, las mismas prestaciones y el mejor servicio, regulado y fiscalizado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Esta equidad, y la cobertura integral, inmediata y de calidad explica el carácter aspiracional que se ha ganado el Sistema: el trabajador que no cuenta con una ART, anhela esta red de seguridad social laboral.
Las ART cumplen desde el inicio con su cometido de asesorar en prevención a las empresas y dar atención inmediata e integral a los accidentes laborales y enfermedades profesionales. Así se fueron incrementando y perfeccionando servicios y prestaciones.
En esa adaptación sistémica, la pandemia fue una verdadera prueba de fuego. Exigió una reingeniería operativa, súbita y radical, para poder brindar servicios y atención, respetando las condiciones que imponían el aislamiento y la prevención de los contagios. Afortunadamente, el sector contaba ya con un alto grado de informatización lo que le permitió concretar más de 23 millones de acciones de atención, prevención, capacitación y contención a través de las múltiples plataformas disponibles. Hasta el momento, atendió algo más de 360 mil casos de Covid, enfermedad ajena y extraña a las tradicionales patologías laborales, las cuales también recibieron su correspondiente respuesta.
Fuente de la Nota: EL CRONISTA