Seguros y riesgo. La economía colaborativa revoluciona la industria
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Con nuevas reglas de juego y un crecimiento constante, la llamada sharing economy está obligando a las empresas del sector a repensar sus modelos comerciales; tecnología y flexibilidad marcan la agenda de las firmas del rubro.
Las empresas de la economía colaborativa demandan una enorme flexibilidad y transformación a industrias adyacentes, como por ejemplo la de seguros. Airbnb es un caso paradigmático. En el marco del Risk Management Rims Live 2021, Laura Langone, jefa de seguros de Airbnb, explicó que desde sus inicios la compañía sabía que el modelo de negocios implicaba una idea de “riesgo” que las aseguradoras no estarían dispuestas a asumir. “La economía colaborativa se ve diferente al riesgo corporativo típico, tiene que haber un cambio hacia el dinamismo. La visión es la de un producto de seguros en continua evolución, que comprenda el negocio y la necesidad de revisar las pólizas regularmente, basándose en datos. Se necesita un nuevo mercado que atienda estas necesidades”, enfatizó.
El tamaño del mercado amerita los cambios. Según Statista, el valor de la economía colaborativa global llegará a US$335.000 millones para 2025, frente a los US$15.000 millones de 2014.
El impacto de estos modelos es enorme, y su incidencia sobre la industria aseguradora se puede analizar desde distintos aspectos. El primero es la experiencia del cliente, concepto central en la economía colaborativa. Por otro lado, los modelos asociados tienden a reducir fricciones para el usuario final y para la empresa que presta el servicio.
Martín Ferrari, CEO & cofundador de 123Seguro, explica que la industria aseguradora ha sido históricamente conservadora, pero la transformación digital no dejará espacio para las empresas que no se adapten. “En la economía colaborativa las empresas del sector asegurador pueden derribar barreras e innovar en toda la cadena de valor mediante las nuevas tecnologías, las alianzas estratégicas y un ecosistema de trabajo colaborativo que permita agrupar a perfiles similares y distribuir así el riesgo”.
Las empresas demandan soluciones que coloquen al usuario en el centro de sus operaciones y lo acompañen desde la selección del producto hasta el reporte, gestión y solución de los siniestros. “La industria aseguradora está evolucionando hacia un modelo de seguros como servicio. Las insurtech somos las aliadas estratégicas para que las empresas tradicionales del sector asegurador aprovechen las oportunidades de la transformación digital y la economía colaborativa”, agrega. Vale destacar que en América Latina, según fuentes del sector, la cifra de inversión durante 2020 en insurtech alcanzó los US$94 millones, lo que significa un crecimiento interanual del 98%.
A demanda
Eduardo Iglesias, fundador & CEO de la aseguradora digital eColon, explica que el concepto tradicional de “riesgo” está cambiando en forma muy acelerada. “Antes el riesgo a asegurar y la compañía de seguros transitaban por caminos separados y todo el proceso era secuencial, se informaba el riesgo, se suscribía y después se pagaban siniestros. Hoy todo eso cambió y muchos procesos se dan en forma simultánea”.
Iglesias explica que antes una fábrica sabía lo que iba a producir el mes siguiente entonces aseguraba en función de esa planificación, pero hoy sería imposible poder establecer cuantos viajes va a realizar un Uber en un día. La respuesta es que la industria tiene que adaptarse a estas nuevas modalidades con seguros a medida. “Ya no son más dos empresas que trabajan cada una por separado, sino que están integradas no sólo entre ellas sino dentro de un ecosistema de colaboración”, explica Iglesias, quien ya cuenta con experiencia en el rubro.
u firma estuvo entre las primeras en asegurar a las personas que hacían servicios de reparación de hogares con la plataforma colaborativa Iguana Fix. Hoy aseguran a los repartidores de Pedidos Ya, cubriendo el seguro de las motos. “Con nuestra tecnología nos integramos a la app del repartidor, que se activa cuando está trabajando y si tiene un accidente se le da atención online al estar validado el cliente con el prestador y el seguro se cobra a la empresa por los minutos que estuvo trabajando”, puntualiza.
Es que en la economía colaborativa, se habla en muchos casos de personas que tienen activos personales que utilizan para uso comercial, pero no a tiempo completo. En cambio, la mayoría de los productos de seguros tradicionales son todo o nada: comercial o personal.
Masa crítica
Para Alberto Gabriel, CEO de Segurarse y presidente de Cámara Argentina Insurtech, la incógnita es si muchas de las empresas de seguros que emergen como resultado de la economía colaborativa van a poder lograr una masa crítica. “Hace un par de años salieron unas empresas muy novedosas vendiendo seguros por uso, para skates o bicis eléctricas, y ningún negocio es sustentable solo haciendo eso. Hoy las vemos fusionándose con otros colegas que hacen lo mismo pero en hogar y en breve se fusionaran con quien haga autos bajo el mismo modelo”, explica.
Gabriel sostiene que para definir el futuro de la relación seguros-economía colaborativa se tiene que dar la simplificación de las pólizas de seguros, en textos que no superen una hoja. “Cuando logremos esa simplicidad y transparencia, el consumidor le va a perder el miedo a la ‘letra chica’ (fenómeno que se da en todo el mundo), nuestro negocio se volverá más transaccional y será algo común que la gente compre por Internet”.
En ese sentido, el maridaje con las tecnologías es indispensable. “En la medida en que se puedan recolectar datos, predecir comportamientos y conocer exactamente por ejemplo el uso que se le da a un auto, la posibilidad de generar pólizas a medida será cada vez más habitual. Es preciso innovar asumiendo los riesgos para conectar las necesidades de las personas con nuevas soluciones”, concluye Ferrari.
Fuente de la Nota: LA NACION