Explota cobertura de seguros de vida ante casos de covid y por deducción de Ganancias
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Fue uno de los sectores «ganadores» de la economía durante la pandemia: ante la toma de consciencia sobre la letalidad de la enfermedad -que ya dejó más de 106.000 fallecimientos sobre casi cinco millones de contagiados- se está viviendo una fase de crecimiento explosivo en los seguros de vida.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, las contrataciones de este tipo de cobertura tuvo un crecimiento de 28% en Argentina, según un sondeo realizado por Galicia Seguros.
La tendencia comenzó el año pasado, ni bien llegó el virus al país. Los agentes del sector empezaron a notar un mayor nivel de consultas respecto del nivel de cobertura que ofrecían los seguros tradicionales y si había algún tipo de protección específica por esta contingencia.
En realidad, la mayoría de los seguros tradicionales sí incluían la situación de fallecimiento por covid, pero en el sector se empezó a notar una mayor curiosidad respecto de un tratamiento específico, así como una mayor demanda por parte de personas que no estaban en el público «natural» de este producto (los padres con hijos menores de edad).
Lo cierto es que, ante esa situación, los bancos y «brokers» empezaron a intensificar su oferta con mensajes dirigidos a un público más amplio que el habitual.
El argumento de venta es que, en un caso de fallecimiento, a los costos iniciales poco felices vinculados a los servicios fúnebres, se le suman luego los compromisos financieros asumidos y hasta sucesiones que deban comenzar a tramitarse de los bienes del difunto. En esos casos, la cobertura de seguro permite hacer frente a estas erogaciones sin implicar los patrimonios de los familiares.
Un dato que deja a las claras el crecimiento del sector es el que aporte el último reporte de Mapfre, un gigante a nivel internacional. Sólo por concepto de pagos de indemnizaciones tras fallecimientos por covid, debió erogar 152 millones de euros en lo que va del año, la mayoría en sus filiales de América latina. En el sector vida, los ingresos de la compañía crecieron un 11,6%. Y en la region cono sur, que comprende a Argentina, la aseguradora mejoró sus ganancias en un 1,8%, hasta 27,8 millones de euros, después de que las primas crecieran un 4%, hasta los 756 millones.
Incentivo económico
Claro que lo que posibilitó el crecimiento explosivo de esta cobertura tiene que ver no sólo con el incremento de las estadísticas de fallecimientos, sino también con ciertas condiciones financieras relacionadas con la coyuntura argentina: el primero es que se ofrece la posibilidad de seguro con ahorro, que implica la posibilidad del retiro de parte del capital aportado una vez pasada la alarma sanitaria.
Más relevante aun en estos tiempos, las coberturas incluyen una cláusula de actualización por CER en los montos asegurados, de manera que hay una cobertura contra la inflación por parte del cliente.
Y el otro factor que en el sector ven como un disparador es que la contratación de los seguros contra covid permite una deducción en el Impuesto a las Ganancias.
«Para este año fiscal 2021 se puede deducir hasta $24.000 en concepto de cuotas del seguro, de la base imponible del Impuesto a las Ganancias», explicó Alejandro Irimia, Gerente de Administración y Finanzas de Galicia Seguros.
En otras palabras, la cobertura ganó atractivo ya no sólo por su función natural de dejar un monto para la ayuda a los seres queridos en caso de que se produzca el fallecimiento, sino que pasó a implicar un beneficio económico concreto en el tiempo presente.
En cuanto a las costos, un típico seguro del mercado implica un monto de cobertura por $6,5 millones indexados por CER. Esto implica una cuota mensual que varía según la edad y sexo del cliente, lo que deja a las claras los diferentes grados de riesgo que muestran las estadísticas sanitarias vistas con criterio demográfico.
Por ejemplo, para personas de 35 años la cuota es del Galicia es de $2.622 para hombres, y un 12% menos en el caso de las mujeres. Si se trata de un individuo de 55 años, la cuota ya asciende a $8.533 para los varones y un descuento de 28% para las mujeres.
Hay empresas que ofrecen indemnizaciones adicionales por enfermedades graves, con capital asegurado al 25% de la cobertura.
Se puede optar también por pólizas de menor costo y cobertura, en las cuales las cuotas pueden reducirse a $202 para clientes de 35 años y a $656 para personas de 55 años.
Cobertura en viaje
No se trata de la única modalidad de cobertura que se ha generado por el coronavirus. En los primeros tiempos de la pandemia, cuando la preocupación fundamental no era tanto el riesgo de muerte sino el brusco bajón de la actividad económica, hubo aumentos en las consultas de profesionales interesados en tener alguna cobertura que ayudara a compensar financieramente en la cuarentena.
Así, los ejecutivos vieron la importancia de ofrecer fondos de reserva que pudieran permitir, por ejemplo, liquidez como para un período de seis meses en los que los clientes debían afrontar gastos sin poder acompañar con ingresos. Los profesionales independientes fueron los más activos en estas consultas -muchos recibieron el año pasado un plan de ayuda del Estado que implicó créditos a tasa cero-.
Otra modalidad que ganó relevancia está asociada a los gastos imprevistos en casos de viajes. Es decir, la típica cobertura de viajero ahora debe incluir eventualidades como la de enfermarse y tener que internarse por covid pero, además, la posibilidad de quedar «varado» por restricciones regulatorias en los vuelos -como la que sigue afectando a miles de argentinos en el exterior-, lo que implica un imprevisto encarecimiento por gastos de estadía.
El verano pasado ya se pusieron en práctica algunas modalidades de cobertura de viajero internas, orientadas a que los municipios no tuvieran que afrontar los gastos por situaciones de emergencia de los turistas.
Los precios de los seguros contra covid para turistas oscilaron entre $12.000 y $20.000 para un grupo familiar de tres a cinco personas para un viaje dentro de las fronteras argentinas por un lapso de 15 días y trepó hasta los 30 dólares diarios en el caso de que el destino elegido fuera en el exterior.
En aquella ocasión, el intendente de San Carlos de Bariloche, Gustavo Genusso, señalaba: «En estas primeras experiencias la idea es no exigir un hisopado a los turistas y en su reemplazo sí pedirles un seguro contra covid-19 que les permita tener pago los alojamientos en casos de cuarentena, los regresos anticipados y todas las contingencias médicas».
Fuente de la Nota: IPROFESIONAL