Un granizo inesperado puede dejar el auto maltrecho, y también el bolsillo. Sólo por sacar algunos “bollos” de la chapa hoy piden $ 60.000 a $ 120.000 en los talleres, según la gravedad. Pero el gasto puede ser bastante mayor si también quedaran cristales rotos.
Muchos descansan tranquilos asumiendo que ante un problema semejante el seguro pagaría todo. ¿Pero eso es realmente así? ¿No habría que poner ni un peso para volver a tener el coche impecable?
Dudas como esta surgieron en los últimos días a partir del estreno de Granizo, la nueva película de Netflix protagonizada por Guillermo Francella y dirigida por Marcos Carnevale.
El film gira en torno a los efectos de una destructiva tormenta que cae de madrugada sobre Buenos Aires y que nadie logró pronosticar. Ni siquiera el meteorólogo más famoso del país, Miguel Flores (Francella), quien hasta entonces se jactaba de ser infalible.
El punto es que la película también se refiere a la respuesta de las coberturas de auto tras el desastre. Y lo hace de un modo que, aunque pretende ser humorístico, cayó muy mal en el sector asegurador.
Allí, sin ocultar su disgusto, acusan al film de generar confusión entre los asegurados sobre el alcance de sus pólizas. Y ahora buscan aclarar qué pasaría realmente ante una granizada: quiénes no tendrían la cobertura, quiénes sí y con qué límites.
¿Cuál es la escena de la discordia?
En el film, un taxista (interpretado por Peto Menahem) se acerca a la oficina de su compañía de seguros para reclamar el arreglo de los severos daños recién causados por el granizo en su vehículo de trabajo.
Creía que sería un simple trámite, ya que tenía un seguro contra “todo riesgo“. Pero su confianza muta pronto en incredulidad, enojo y angustia cuando el empleado le informa que lo de “todo riesgo” era sólo un título. Y que la letra chica de su póliza excluía ese riesgo puntual.
Para colmo, acto seguido, al desencajado taxista la empresa le ofrece empezar a pagar más para tener esa protección a futuro, lo que termina de exasperar al personaje, que luego buscará revancha.
En la vida real, ¿un seguro “todo riesgo” puede no cubrir granizo?
Desde la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguro (AAPAS) le explican a Clarín que una situación como la mostrada en el film que no podría suceder en la vida real. “No hace más que dejar mal parada a la industria aseguradora ante los consumidores”, lamentan.
Sucede que, según afirman, en los seguros todo riesgo el granizo siempre está cubierto. Según el caso, podría tener una franquicia (cierto monto del arreglo que deberá pagar el asegurado) o un límite (un máximo a cubrir). Pero la compañía no puede excluir ese siniestro de la póliza.
Además, dicen en AAPAS que fuera de la ficción difícilmente un taxista podría verse en esa situación ya que “para taxis el mercado no suele ofrecer coberturas de todo riesgo”.
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