La contracara del relato sobre el golpe a los desarmaderos: dicen que los autos los traen las aseguradoras

Entre el relato del ministerio de Seguridad en relación con la serie de allanamientos a desarmaderos de Centenario y el que proporcionaron los dueños de los sitios parece haber una diferencia enorme.

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Uno de los dueños del complejo más grande de la meseta de Centenario, cuya imagen se usó en la promoción del golpe a los desarmaderos, contó su verdad e indicó que tras la visita de los agentes de la federal se encontró que le habían robado herramientas de altísimo valor, que le llevaron hasta la yerba que habían comprado para tomar mate y que, a cambio, le dejaron un taper con ensada de pepinos, alimento que no consumen.

El ministerio de Seguridad que conduce Aníbal Fernández informó que tras meses de vigilancia, seguimientos y relevamientos en redes sociales, los efectivos de la División Delitos Contra el Automotor de la Superintendencia de Investigaciones Federales, junto a personal policial de la Delegación Unidad Operativa Federal (DUOF) Neuquén, lograron localizar cuatro predios de grandes dimensiones donde llevaban adelante actividades de desguace vehicular.

La información agregó que se había secuestrado elementos denunciados como robados por un valor de 50 millones de dólares y que se habían demorado a 31 personas, además que quien había intervenido era el fiscal Diego Fermín Azcárate, quien prefirió el silencio.

El predio en cuestión está ubicado en la calle Honduras al final, se trata de un emprendimiento familiar donde concuren a diario unas 25 personas que se dedican a desarmar no sólo vehículos sino también electromésticos y una vez por año viene una compatadora de Acindar para llevárselos y reciclarlos para producir hierro.

Luciano Pieroni contó a este diario que trabajan desde hace unos 30 años y que tienen convenio con todas las aseguradoras del país. Estas compañías pagan vehículos de sus asegurados cuando son robados y luego, si son encontrados, los envían “con todos los papeles” a esta recicladora. También reciben autos siniestrados de parte de las compañías de seguro.

“Recibimos autos de Jujuy y de Comodoro Rivadavia, y tenemos todos los papeles en regla en cuanta caminera hay en el camino para poder llegar acá, incluso tenemos grúa propia para ir a buscar cuando algún vehículo resulta con un choque en la ruta, de otros lugares del país no vienen escondidos, vienen en camiones mosquito asi que está todo a la vista”, describió.

Dijo que reciben llamadas de vecinos que a veces tienen autos viejos que están abandonados o quemados y se los va a retirar porque ellos realizan la compactación gratis. Acotó que cada año son entre 1.000 y 1.500 vehículos que se compactan.

Pieroni indicó que ignora qué quieren tapar con la información que a su juicio es deformada del operativo aunque reconoció que encontraron dos puertas que tenían la identificación de autos denunciados, un block y una carrocería de un r21 del año 80. Lo atribuyó a que cuando la aseguradora los entregó para reciclar no levantó la orden de secuestro por denuncia de robo.

“No sé los otros desarmaderos, pero ni por asomo lo que acá encontraron vale 50 millones de dólares como dijeron”, indicó.

Acotó que el lugar donde se ubica el desarmadero es una zona destinada a parceleros por lo que la municipalidad les había propuesto trasladarse a otro predio, aunque estaban viendo como hacerse del dinero para poder cerrarlo y adquirir un equipo que sirve para reciclar neumáticos dado que el subproducto tiene buena colocación en el mercado.

Pieroni explicó que las 25 personas que trabajan allí hacen un gran esfuerzo y obtienen el sustento para su hogar a fuerza de pulmón y que “nunca fuimos a pedir un plan para poder sostenernos”.

Reciben unos 4.000 autos para desarmar y reciclar. “No hay un auto que no tenga un choque, un vuelco, hay como 20 autos que por afuera parecen sanos pero tienen incendiados los motores o los interiores y las aseguradoras lo dan de baja, como así también si sufrieron una inundación”, describió.

Contó que cuando se roba un vehículo, el asegurado lo denuncia a la aseguradora que le paga el costo y después cuando la policía lo encuentra, le avisa a la compañía para darlo de baja. El asegurado ya no es más dueño, sino que el vehículo es de la compañía “y ellos lo mandan a nosotros, con una orden de entrega donde hay una documentación que pasa por la fiscalía y la policía, son tres órdenes de entrega”.

FUENTE: RN