Desde CESVI ARGENTINA alertamos sobre los peligros que implica consumir bebidas alcohólicas y manejar, un error en el que mucho suelen incurrir en esta época de fiestas de fin de año.
Se acerca el período de las fiestas y en CESVI ARGENTINA queremos generar conciencia sobre los riesgos que implica conducir en esta época bajo los efectos del alcohol, donde abundan los brindis, reina el cansancio y también el apuro de llegar de un lugar a otro.
Hay que tener en cuenta que cada persona responde de distinta manera al consumo de alcohol. Para descartar el mito de que un vaso no hace nada, se debe tener conocimiento de que el cuerpo necesita un tiempo prudencial para eliminarlo. El hígado elimina entre 0,15 y 0,2 gramos de alcohol ingerido por hora. De esta manera, se puede deducir que dos vasos de vino, y los efectos que alcohol genera, se eliminan aproximadamente en un período cercano a las tres horas.
Los efectos negativos del alcohol a la conducción comienzan mucho antes del 0,5gr/l. Con alcoholemias del orden del 0,2 y 0,3 gr/l ya se evidencian perdidas de precisión, disminuye la percepción y el campo visual y aumenta el tiempo de reacción, todas limitaciones que acercan la posibilidad de un siniestro vial.
Un valor muy negativo del alcohol es la falsa sensación de seguridad y control que se experimenta con los primeros tragos.
En los primeros tragos se experimenta una falsa sensación de control y seguridad, pero también disminuye el grado de atención y alerta a los riesgos sorpresivos.
Uno de los riesgos más comunes que asume una persona alcoholizada es el incremento de velocidad por encima de lo precautorio y el abandono de las reglas de manejo que hacen a la conducción prudente.
Por lo general el conductor alcoholizado que está acompañado de otros pasajeros es más peligroso que el que lo hace de forma solitaria. A su vez, el consumo de alcohol no está asociado a una franja etaria, su consumo en conductores es peligroso independientemente de la edad.
La ingesta de alcohol en la “previas de los boliches” suele ser las más letales a la hora de hablar de índices de alcoholemia y siniestralidad, ya que su consumo es de forma violenta y agresiva a la respuesta del cuerpo al consumo de alcohol.
En la actualidad hay 18 provincias con tolerancia cero de alcohol en sangre en sus rutas provinciales: Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Neuquén, La Pampa, La Rioja, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Estero, Río Negro, Salta, Tierra del Fuego y Tucumán. Además, también hay más de 60 localidades que se sumaron para establecer el límite de alcohol cero en sus calles y avenidas.
Por un brindis sin riesgos
Algunas recomendaciones para conducir en esta caótica época del año:
– No tomes alcohol ya que el impacto en la alcoholemia suele ser inmediato y los efectos negativos comienzan aún con ingestas muy bajas.
– Considera que unos de los efectos más negativos de la alcoholemia es no percibir los riesgos como incrementar la velocidad por encima de lo precautorio y abandona las reglas de manejo que hacen a la conducción prudente.
– Si bien la sensación de relajación que se experimenta al tomar alcohol es placentera en ciertos aspectos contribuye negativamente en la conducción, disminuyendo el grado de atención y alerta a los riesgos sorpresivos.
– No subestimes los efectos negativos del alcohol, tu grado de atención y reflejos disminuyen.
– En lo posible, evitar la conducción en esta época puntual del año. Buscar un transporte alternativo para trasladarse hasta y desde el lugar de los festejos.
– Mantener una distancia de seguridad superior a la habitual respecto al vehículo que circula por delante. Es posible que otros conductores tengan alteradas sus condiciones debido al alcohol, stress o cansancio de estas fechas. Hay que adelantarse a los riesgos que puede implicar la locura del tránsito que se vive en Navidad y Año Nuevo.
– Salir con mayor antelación a la normal, teniendo en cuenta el mayor caudal de tránsito para trasladarse hacia los lugares de festejo.
– No consumir demasiado café, maté o bebidas estimulantes si va a manejar, ya que puede ser contraproducente para la capacidad de respuesta.
– Las temperaturas en diciembre son altas, por eso resulta conveniente regular la temperatura del habitáculo para tener una conducción confortable.
– Si el sitio de la reunión familiar o con amigos implica un viaje largo, parar cada 2 horas o 200 kilómetros.
– Una alternativa para poder brindar sin riesgos durante las fiestas es designar un conductor que no ingiera alcohol.
Números para tener en cuenta
– El 23 % de los choques son producto de las distracciones.
– El 34% de los conductores reconoce manejar estresado en diciembre.
– Varios estudios desarrollados por nuestro Centro de Experimentación demuestran que, en niveles de alcoholemia de 9,4 gr (0,4 gr por litro), se observan cambios importantes en la percepción del riesgo, aumentos en las impresiones de maniobras y un aletargamiento significativo de los tiempos de reacción.
– El 15,2% de la población de 18 años o más manejó una moto, auto o bicicleta habiendo bebido alcohol al menos una vez en los últimos 30 días.
– El 25,1% de los conductores siniestrados declararon consumir alcohol en las horas previas al accidente.
– Las personas siniestradas que tomaron alcohol, generaron lesiones de mayor gravedad que quienes no lo hicieron.
Efectos del alcohol
Se reduce tu visión periférica y puede causar visión doble, lo cual dificulta tu capacidad de discernir lo que sucede a tu alrededor y disminuye tu habilidad para calcular distancias.
Te genera un falso estado de euforia, seguridad y confianza en vos mismo: sensación de desprecio por el peligro y tendencia a transgredir las normas, por ejemplo el NO uso del cinturón de seguridad o el casco.
Disminuye tu coordinación y tu atención: aumenta el tiempo en que tardás en tomar decisiones ante un evento/situación.
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